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Los tranvías en la Villa

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(Artículo publicado en revista ‘Devoto Historia’ N° 14 – Invierno 2008)

Por Norberto Malaguti

El “Tramway” (1), medio de transporte de pasajeros que fuera tan masivo, muy característico y universal, (que parece que lentamente intenta retornar), tuvo su bautismo en nuestra ciudad, el 27 de Setiembre de 1870 (La Central), en base a una concesión otorgada a los hermanos Federico y Julio Lacroze el 26 de Octubre de 1868.

Sus dos primitivos modelos de coches: el abierto “jardinera” y techado “cucaracha”, se desplazaba sobre rieles y era impulsado por caballos. Los últimos tranvías a tracción a sangre circularon hasta 1915.

Con la masificación del uso de la energía eléctrica, en su forma pública, domiciliaria e industrial, lleva a un cambio significativo de su funcionamiento.

Es así que en 1895 el Concejo Deliberante de la Ciudad de Buenos Aires, autoriza a llamar a una licitación para instalar una línea de tranvías eléctricos, dicha licitación la ganaría un ingeniero estadounidense Charles Bright, su viaje inaugural fue el 22 de Abril de 1897, y partió de los Portones de Palermo (Plaza Italia) hasta la avenida Las Heras y Canning (R. Scalabrini Ortiz.

Este sistema tendrá en Buenos Aires un desarrollo extraordinario, que con sus 875 kilómetros de vías a mediados de la década de 20, sus tres mil coches en circulación y sus noventa y nueve líneas la convertiría en la ciudad de mayor servicio por habitante del mundo.

A la Villa llegó el Tramway Rural, de Julio y Federico Lacroze, siendo a tracción a sangre, con una línea que partía desde la Estación Medrano, continuaba por la Avenida Corrientes, Chacarita, seguía hasta Villa Lynch. No tenía paradas fijas, si bien era un ferrocarril, se aproximaba a una red tranviaria y podemos considerarla su anticipación.

Sin embargo, recién en 1910 llegaría la primera línea de tranvías eléctricos al barrio, la número 86, sus vehículos de color rojo y azul, partían de Rivadavia, seguían por 25 de Mayo, Corrientes, Pueyrredón, Cangallo, Diaz Velez, Av. San Martín, Nueva York, San Nicolás, Habana, Gualeguaychú hasta Pedro Morán. A mediados de la década del “40, esta línea tenía un servicio de circulación de 24 hs.

Recién en septiembre de 1914, se agregó una nueva línea, la número 85, de colores verdes, que partía de José M. Moreno y Rivadavia, donde se podía hacer combinación con la línea de subterráneos A y con el mismo boleto, continuaba por Hidalgo, Neuquén, Cucha Cucha, Av. San Martín, Nueva York, San Nicolás, Habana, Gualeguaychú hasta Pedro Morán.

Desde mayo de 1923 el Anglo establecía la línea 90 que partiendo de Barrancas de Belgrano llegaba hasta Villa Pueyrredón, recorrido que se extendería hasta Villa Devoto, en 1925, perdurando hasta septiembre de 1934 cuando se absorbida por la línea 35 que llegaba desde el centro a Belgrano. Todos estos recorridos se combinaban con otros ramales, a los cuales se accedía con el mismo boleto.

Este medio masivo de transporte, ayudo al desarrollo de los barrios periféricos, por sus recorridos extensos y tarifas mas accesibles, El Anglo, que llegará a monopolizar la totalidad de las líneas unificará al momento de electrificarlas su tarifa en 10 centavos. En hora temprana de la mañana y a horas de la tarde corría el “tranvía obrero” que cobraba la mitad de la tarifa.

En la villa aún quedan huellas de aquellas vías en varias de sus calles, por donde estos vehículos efectuaban su recorrido, además de las cicatrices dejadas por los rieles al ser retirados, o su silueta de acero debajo de algunos pavimentos deteriorados asoman aun a la vista del vecino nostalgioso.

Lamentablemente a pocos meses de que este servicio cumpliera un siglo de existencia, fueron suprimidos los últimos recorridos. En marzo de 1953, suspende el servicio la primera línea en esta ciudad, la número 53, en Diciembre de 1954 caduca la línea 35 en nuestro barrio, en Diciembre de 1962, terminan de circular las otras dos líneas 85 y 86, en Febrero de 1963 deja de prestarse este servicio definitivamente, cuando la última línea de la Capital, número 38 ponía fin a un servicio, muy particular, con su motormán (conductor) al frente, que giraba una manivela reactancia que funcionaba como acelerador, que en su marcha al encontrar las uniones de las vías producía el chan-chan tan característico. En la plataforma trasera el guarda expendía los pasajes a los parroquianos y tirando de cordón que se extendía a lo largo del vehículo hacia sonar una campanilla, avisaba pidiendo parada y dos para retornar la marcha cuando ya habían descendido los pasajeros.

Era común su detención, y ver al motorman con una extensa palanca de hierro, efectuaran el cambio en las vías, o la recolocación del trolley efectuado por el guarda sacando el cuerpo por el ventanal del fondo (barra que saliendo de su techo la conectaba aun cable aéreo que alimentaba con energía eléctrica al mismo.

(1) La palabra tramway, castellanizado tranvía, surge cuando inspirándose en un medio de transporte sobre vías, que se usaban en Gran Bretaña, en la zona minera de Outran, se aplica al transporte de pasajeros, se lo identificaba popularmente como “Outranway”, luego abreviado. Tramway

Bibliografía

Asociación Amigos del Tranvía
Ferroclub Lynch (Talleres y Museo de Villa Lynch)
Buenos Aires y el Transporte – Leonel Contreras y Nora Tkack
Los ramales ferroviarios en Villa Devoto, Susana Boragno (Aniversario nro 12)
Transportes, Negocios y Política, Raúl García Heras

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