Editorial – ‘Devoto historia’ 47

Por el presidente

Reincidimos en la saga virtual. La historia no cambia, aun cuando parece que el papel da más solidez y supervivencia a la palabra escrita. Encontrar “Devoto Historia” en la biblioteca es una satisfacción que podría resultar también historia.

Logramos sin canillitas ni pregones en las calles, superar los 2.000 de tirada, que había sido nuestro logro anterior. Salimos luego de la visita guiada, también virtual, a la Plaza Arenales, queriendo agasajar, como siempre hicimos, a quienes nos acompañan en los recorridos.

La renovada página web ‘Devoto Historia’, nos está acercando a nuevos amigos que para satisfacción nuestra no siempre son complacientes. Estamos revisando material y buscando cómo tratar temas que nunca habíamos encarado.

La preocupación por el Patrimonio material e inmaterial nos ha movido desde siempre. Con mayor o peor resultado luchamos ante todos los casos que se presentaron, grandes o pequeños.

Fuimos contra la destrucción de las plazoletas de la estación y al birlado de sus adoquines, de la demolición de la casa de Francisco Beiró y buscando su expropiación ante su deterioro. Apoyamos la obtención de una ley de protección histórica y debimos enfrentar en la Legislatura golpes bajos.

En largas reuniones y tramitaciones vimos concretarse un “Sánchez Picado” restaurado, pero sin respetarse el espíritu del legado y olvidando el nombre del donatario. Ayudamos a salvar dos eucaliptus centenarios que un proyecto estúpido había aceptado talar. Participamos contra los benditos “sapitos”. No se logró apoyo oficial para volver a valorar el Cine Aconcagua, lo que tal vez podría lograrse con recursos privados.

Cuando se destruyó el valor patrimonial que significaba Fernández de Enciso para aggiornarlo a otros cientos de lugares de Buenos Aires, estuvimos en contra; sabiendo además que estábamos avalados por haberse llevado adelante a contramano de lo resuelto en reuniones previas de vecinos.

Hemos mostrado y reclamado la intervención del Palacio Ceci que se encuentra abandonado a la buena de Dios. Y habría más. Pero nos falta tener una norma, un protocolo para actuar frente a quienes buscan a sabiendas o no, ir contra esos patrimonios. Un documento que se pueda presentar a los poderes públicos y decir: Esto es lo que piensa y siente el pueblo de Villa Devoto sobre la intervención que ustedes pretenden y pueden producir. En eso estamos.

Otro tema nos reunió a través del What-App y los e-mails: descubrir el mundo de la fotografía devotense. Un corto artículo aparece en esta revista donde se muestra la inquietud y el deseo de recibir todo el material que seguramente se guarda en el arcón de los recuerdos de cada casa devotense unido a experiencias y recuerdos.

Lleguemos hasta aquel modesto fotógrafo de plaza que dentro de su cajón manipulaba el milagro de una foto que aún hoy perdura. Para ello necesitamos el aporte de todos.