(Artículo publicado en Revista ‘Devoto Historia’ N° 31 – Edición Especial 125 Aniversario)
En el año 1888, la Argentina estaba inmersa en una crisis política que iba a culminar en un fallido golpe cívico militar a mediados de 1890. Se vivía además, origen de esa misma crisis política, una euforia económica que tenía pies de barro, creada por inquietudes especulativas, donde no se comprendía aun que esto llevaría indefectiblemente, tarde o temprano, a una situación económica de bancarrota.
En abril de aquel año, comandado por don Antonio Devoto, se estructuraba una institución, el Banco Inmobiliario, cuya nombre definía su propuesta de actividad, la especulación inmobiliaria, productora por aquellos momentos de pingues beneficios. Lanzaba un primer emprendimiento, de carácter acotado en Villa Alvear, barrio ubicado frente a la primera estación Palermo del recientemente habilitado Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico.
En los primeros días de 1889, con mirada mas ambiciosa, a 10 km desde la estación Palermo sobre la misma línea férrea, en el límite del recientemente aprobado Distrito Capital, se adquiría por escritura del 12 de febrero de 1889, a los herederos de Santiago Altube, una propiedad que se extendía entre las actuales avenidas Constituyentes, Francisco Beiró, Lastra y Mosconi. Allí fue diseñado un pueblo bautizado, en homenaje al presidente del directorio del Banco, como Villa Devoto.
Los planos que firmabanlos ingenieros Carlos Buschiazzo y José Poggi, fueron presentados a la Municipalidad de la Capital, el 4 de abril de 1889 siendo aprobados por el intendente Guillermo Cranwell el 13 de abril del mismo año.
La amplia fracción estaba cruzada por dos líneas férreas, el F. C. Buenos Aires el Pacífico y el Tramway Rural que utilizaba tranvías a caballo. A ambas trazas, sesgadas al proyecto se sumaba con inclinación diferente el camino a San Martín. Todo ello fue utilizado por los diseñadores en un perfecto juego de comunicaciones. Por el carácter del diseño podemos dividir la fracción en dos partes, una zona al sureste, dinámica que toma como centro la plaza, bautizada por el Banco como Santa Rosa. y otra al noroeste que muestra un monótono damero de manzanas rectangulares, que en última instancia volvió a sus primitivos propietarios.
Desde la plaza, equidistante de los dos ferrocarriles, partían dos diagonales y dos bulevares. La diagonal Washington, hoy Enciso unía el camino a la Floresta con la Avenida San Martín y Mosconi. Lincoln lo hacía con el camino a Flores y en su prolongación alcanzaba la estación Lynch del Tramway Rural. La avenida Nacional que corría longitudinalmente el pueblo, recibía la calle Moreno que provenía de Belgrano. A los lados de la Avenida de la Capital, hoy Chivilcoy, las manzanas eran las únicas cuadradas del proyecto. Todo ello creaba un dinamismo estético que seguramente no fue apreciado por quienes recorrieron la villa en las primeras décadas.
Sombreado en el plano, que no fue el presentado a la municipalidad, aparece el tambo Lechuza que nunca fue adquirido por el Banco y que posteriormente fuera vendido por los Altube en bloque al Doctor Miloni. En 1892, aun plena crisis del ‘90, que produjo la paralización en el desarrollo de nuevo pueblo, se realizó la retroventa de parte de la fracción, volviendo a poder de los Altube desde Llavallol al noroeste y de Marcos Paz al sudeste. En ese momento el Banco comienza su transformación en «Compañía de Seguros La Inmobiliaria» dejando de considerar prioritario el ocuparse del pueblo de Villa Devoto, al que había dado origen.
Es Dr. MIlone 🙂 no miloni