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II) Compra y Proyecto – 1889

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 Por Edgardo Oscar Tosi

Recopilado del libro Villa Devoto 1889-1916. Tomo I, de su autoría.

     El 14 de enero de 1889 Antonio Devoto, presidente del directorio del Banco informará a sus pares de la visita realizada a lps terrenos ofrecidos cuya compra se iba a concretar en poco más de 30 días. El historiador Alberto  O. Córdoba, en su biografía de Juan A. Buschiazzo, afirma que el libro de actas del directorio decía en forma confusa sobre el lugar: “el campo allí es alto por lo general y domina Flores, San Martín y Belgrano, distando de estas igual distancia. Hacia Catalinas existe una loma muy pronuciada y que podría fácilmente formar parte del mismo pueblo, no distando mas de dos cuadras más o menos”. (21). Durante esta reunión realizada en la calle Cangallo 453, domicilio del banco, en la que estaban presentes Antonio Devoto, Ernesto Quesada, Isaac Chavarría, Eduardo Badaracco, Manuel S. Aguirre, Juan Clark y Eduardo Coll se dispone la compra de los terrenos. (22)  

      Las tratativas entre las partes se concretarán en la firma de la escritura de compra el 25 de febrero de 1889 ante el escribano Carlos de la Torre. Representaban al banco don Antonio Devoto, acompañado por el gerente don Esteban Dellacha. Por los vendedores lo hacían don Miguel Altube y don José Antonio de Elorsa en representación de su esposa doña Nicanora Altube. Ambos dan como domicilio la ciudad de San Sebastián, España. (23)  

     El monto de la operación ascendía a $ 2.000.000.- nacionales, pagándose $ 400.000.- al contado y el resto a tres años, dividido en cuatro cuotas de igual monto, que vencían  las tres primeras cada 10 meses y la proxima a los seis meses posteriores. Se efectivizarán los días 24, de diciembre de 1889, octubre de 1890, agosto de 1891 y febrero de 1892. Sólo esta última se incrementaría con un interés del 6 %. La operación no fue por el total de la fracción heredada por los hermanos Altube. Estos retenían 420.484,53 m2, que los planos nombran como fracción 21, ubicada en un frente de 400 m sobre la Avda. de lo Constituyentes y algo más de mil de fondo. Se restaban además 41.700 m2 que ocupaba el camino a San Martín el cual, en caso de desafectarse, quedaría en poder de los herederos, manteniendo el Banco la opción de compra a $ 0,47/m2  (precio unitario de la operación total). (24) 

     En el documento se informa finalmente que parte de la fracción, 85.950 m2 estaba ocupada por dos líneas férreas, el Ferrocarril de Buenos Aires al Pacífico y el Tramway Rural “del Sr. Lacroze”, las que “habían sido compradas por éstas” con anterioridad a esta operación. Hecho que debió suceder entre la llegada de los herederos a Buenos Aires y la escrituración de venta. Ello nos afirma en la idea que la relación con el Banco debió surgir de una intermediación de Juan E. Clark responsable de la compra de las  tierras del trazado del ferrocarril.     

      El directorio del banco decide homenajear a su presidente y fundador, dando a la nueva población que se  piensa proyectar el nombre de Villa Devoto. (25)  

     Cuando la propiedad fue escriturada aquel 25 de febrero, debieron disponerse de trabajos de campo, que permitieran al grupo de arquitectura, posiblemente asesorado por Juan A. Buschiazzo, desarrollar en forma rápida un proyecto, que solucionando los múltiples problemas que ofrecía el terreno, fuese presentado a la Municipalidad en los primeros días de abril de 1889, a escasos 45 días de aquella fecha (5). Trabajo realizados por el Ing. Carlos María Morales, de fluida amistad con J. A. Buschiazzo, firmante de los planos de mensura del campo para los Altube. Años después el Ing. Carlos María Morales, proyectó la escuela que el Banco no terminó  y participó en la fundación la Sociedad de Fomento.   

     El diario La Prensa del 8 de abril informa que con la firma del Sr. Esteban Dellacha, gerente del Banco, se ofrecía a la consideración del Sr. Intendente de la Capital los planos de un nuevo pueblo. El “que se piensa fundar” (son las palabras del diario). El banco proponía ceder gratuitamente a la municipalidad 1.679.823 m2 de terreno para permitir la apertura de calles y avenidas interiores, amén del necesario para el ensanche de los caminos preexistentes que rodean la urbanización y para la rectificación del camino a San Martín. En consideración a dicho donativo, solicitaba que los futuros propietarios fueran exonerados del pago de permisos de construcción y que la Municipalidad se ocupara de la forestación de las calles y plaza, de acuerdo a planos de cortes que se adjuntaban. El Sr Dellacha destacaba, en apoyo al proyecto, el ancho de 17,32 m y 25 m asignados respectivamente a calles y avenidas interiores (Eran en realidad las medidas reglamentarias). Agregaba  que los frentistas de estas últimas estarían obligados a dejar 10 m libres desde la línea municipal y cercar al frente con “verja de fierro.” Estas inquietudes, a las cuales se atenía el proyecto, estaban orientadas por los últimos conceptos de higiene urbana. Los planos del proyecto llevaban las firmas de los ingenieros Carlos Félix Buschiazzo y de José Poggi. (26) 

       La presentación firmada por Dellacha había sido fechada el 4 de abril, ingresando a Obras Públicas Municipales el día seis, donde el jefe de la sección 3ª, ingeniero Carlos Picasso, informaba en forma positiva cinco días después, pasando a consideración del Departamento Ejecutivo el día 12. El trazado de calles propuesto fue aprobado por el intendente Dr. Guillermo Cramwell el 13 de abril, acordándose en el mismo documento “la colocación de arboledas a que se hace referencia” en el pedido inicial. (27)       

      La solicitud de excepción impositiva será remitida al Concejo Deliberante, que a la inversa de la celeridad con que había sido tratada la aprobación del trazado, la considera recién en la sesión del 6 de noviembre de 1889 en forma negativa. 

    La urbanización presentada bajo el título de “Banco Inmobiliario Villa Devoto”, no era propiedad exclusiva de éste, ya que se desarrollaba sobre la totalidad de las tierras que dentro de la nueva Capital Federal habían sido propiedad de don Santiago Altube, incluyendo la fracción 21, que ya hemos visto, continuaba en poder de sus herederos. (28) Hecho curioso que debió programarse durante la operación inmobiliaria pero no fue explicitada al momento de la compra. Fue así como los Altube, anónimamente resultaron partícipes desde un comienzo del pueblo de Villa Devoto. Su zona puede considerarse marginal, pero en una superficie no del todo despreciable, la que para 1892, como veremos, se transformó en la más extensa del barrio.      

      El proyecto la dividirá en manzanas rectangulares de 78 a 85 m de lado menor por 120 a 135 m del mayor,  orientado este último según la avenida Francisco Beiró (del Progreso). Esas medidas variaban acomodándose a las dificultades brillantemente solucionadas en un predio cortado con anterioridad al proyecto por tres direcciones oblicuas y no paralelas: el camino a San Martín, el Tramway Rural y el F. C. Buenos Aires al Pacífico.  

       La Plaza Arenales (Santa Rosa), centro del desarrollo del proyecto estaba formada por cuatro manzanas cuadradas de 80 m. Estas medidas de manzana se encontraban aquí solamente como excepción y en las que se extendían a ambos lados a lo largo de la avenida Chivilcoy (de la Capital).   

     Desde la plaza, única de la urbanización, surgían dos diagonales: Fernández de Enciso (Washington) y Lincoln, que facilitaban la integración de la zona. La primera partiendo desde la avenida Mosconi (América) en su encuentro con el camino a San Martín (precario centro habitacional previo donde se ubicaba la pulpería Cimaro), (29) cruzaba casi perpendicularmente los rieles del ferrocarril Urquiza (Tramway Rural) y del F. C. San Martín ( Pacífico).   Luego de interseccionar la plaza, llegaba a la avenida  Francisco Beiró (del Progreso) muy próximo a la actual calle Segurola, camino preexistente conocido como a la Floresta, que en algunos casos de nombraba como a  Montecastro.  

     En el cruce de la calle Fernández de Enciso (Washington)  con el ferrocarril inglés el proyecto ya esquematizaba la estación, cuyo diseño provisorio, presentado por la empresa ferroviaria, fue aprobado por decreto del Poder Ejecutivo el 26 de septiembre de aquel año de 1889. 

      La otra diagonal, la avenida Lincoln, permitía en aquella época, cuando la avenida General Paz era sólo un proyecto como avenida de de Circunvalación, el acceso directo a la estación Lynch, única del Tramway Rural de aquel momento, que actuaba como todas las estaciones de esa línea en ese momento, de caballeriza de recambio en su camino a Zárate. Por el otro extremo Lincoln se conectaba al camino a Flores de existencia anterior.  

     También de la plaza surgían dos bulevares, las avenidas Salvador María del Carril (Nacional) y Chivilcoy (de la Capital). La primera, que dividía el proyecto longitudinalmente en partes iguales, se aproximaba en su intersección con la avenida de la Libertad  hoy de los Constituyentes, al camino o calle Moreno que llegaba del pueblo de Belgrano. Esta parte del proyecto no será una realidad hasta mucho después. De pro-piedad de los Altube fue subdividida recién luego de 30 años. 

      La calidad y multiplicidad de las soluciones sorprende. La complejidad de medidas derivadas de las tantas diagonales, provocará que en el primer plano municipal de 1895, podamos encontrar múltiples errores por distorsión del real trazado del pueblo, en su intersección con el futuro camino de Circunvalación.   

      Quiénes hoy observan su diseño, sin considerar los distintos problemas a que debió abocarse el proyectista, acostumbran referirse a influencias de Pedro Benoit y de la ciudad de la Plata, como si Villa Devoto fuera copia de éste. La búsqueda de esa influencia hace olvidar que la ciudad de La Plata, formada por manzanas cuadradas, se inspiraba como tantas de la época, tal el caso de Villa Devoto, en ciudades cruzadas por diagonales y bulevares, de nítido origen francés. La solución encontrada para Villa Devoto no fue arbitraria, surgió de condicionamientos preexistentes a las  necesidades del proyecto, a los intereses del banco y en consonancia a las inquietudes urbanísticas dominantes en la época.  

      Un detalle que merece tomarse en cuenta es que el centro del desarrollo, o sea la plaza, está ubicada a un costado de la gran fracción. Al noreste de la avenida San Martín quedará un monótono damero de manzanas rectangulares, en oposición al dinamismo de la otra sección. Nos animamos a afirmar, que esto no se debió a falta de ingenio de quien proyectaba y si a la presencia del tambo Lechuza de propiedad Altube. Esa zona en aquellos momentos, la más valiosa de la propiedad, debido a su proximidad con la Villa de las Catalinas y Belgrano continuaba, en buena proporción, valga la reiteración en propiedad de los Altube y quizás el Banco, ya desde un comienzo, previera el  retorno de toda esa parte de la urbanización a los primitivos dueños, como realmente sucedió. 

    El proyecto incluía terrenos para una iglesia, un colegio, un mercado y un juzgado. Así mismo, con fecha 21 de octubre de 1889, el banco solicitaba una concesión tranviaria para unir las estaciones Villa Devoto del F.C. Pacífico y la de las Catalinas del F. C. Poblador al Rosario (hoy Villa Urquiza del F. C. General Mitre), afirmando en la solicitud que se buscaba posibilitar el  acceso de materiales para quienes estaban ya construyendo en el nuevo pueblo y que debido al mal servicio del Tramway Rural no era posible realizar en aquellos momentos. La nota no toma en cuenta la posibilidad de acceso  por  el F. C. Pacífico,  aún  cuando  se  habla  de  su  estación.     Esta había sido  autorizada a  construir en su forma provisoria,  menos de 30 días antes y sus servicios regulares se iniciarían con dos trenes mixtos diarios, el 1º de noviembre siguiente, once días después de aquel pedido. (30)  

      Aquella concesión tranviaria fue adjudicada el 26 de diciembre de 1889. Se preveía que el tranvía accedería desde Villa de las Catalinas por la avenida Mosconi (América) desviando por Caracas (Nápoles) hasta José Cubas (Caracas) y por ésta hasta su cruce con Fernández. de Enciso (Washington), calle que la llevaba a la estación del F.C. Pacífico por un lado de la plaza a la ida y por el otro lado en su regreso. (31)      

      Tenemos la seguridad que la línea no llegó a funcionar, pero deducimos por las inquietudes demostradas por la Sociedad de Fomento de Villa Devoto en 1896, que los rieles fueron tendidos, aunque pudieron no serlo en toda su extensión. Por fotografías de la época, conocemos un depósito y una posible estación, pero dudamos hayan contado con tren rodante, ante la falta de documentación probatoria al respecto. (32) En el proyecto de revalúo de de los bienes del Banco efectuado por “La Inmobiliaria” en enero de 1894 se habla de la existencia de edificios de estaciones y de «elementos del tramway».     

       Esa línea tranviaria, la escuela, la iglesia, el mercado y el juzgado, debido a la crisis económica que se adueñaba lentamente del país, quedaron sólo en intenciones. Posteriormente algunos de los proyectos fueron modificados y concretados por otros interesados o simplemente olvidados. (33) 

El diario La Prensa del 31 de octubre de 1889 invitaba a los habitantes de Buenos Aires a visitar, al día siguiente, el pueblo recién fundado de Villa Devoto. Se ofrecía un tren especial que saliendo de la estación Central a las 7 horas 50 minutos o desde Palermo a las 8 y 15, llegará a Villa Devoto a las 8 y 30 horas.  

NOTAS de «Compra y proyecto de Villa Devoto. 1889.»

(21) Córdoba, Alberto O., «Juan A. Buschiazzo», Arquitecto y Urbanista de   Bue-nos Aires»- Colección Grandes Italo Argentinos-Dante Alighieri- Tomo 8 pág. 21. (ver) Apéndice Nº1. Nuestra investigación sobre el punto de acceso en la visita de Antonio Devoto a la propiedad en base a estas oscuras frases. 

(22) Escritura del 25 de febrero de 1889 ante el escxribano Carlos de la Torre. Registro Nº 50. 

(23) Idem 2. 

(24) Idem 2. 

(25) Era común en la época sobre todo en las organizaciones italianas el dar el nombre del presidente de las instituciones a las obras que se realizaban. Esta costumbre hacía que el padrino mantuviera por el emprendimiento un perdurable interés luego de dejar el cargo y aun ante la desaparición de la institución que lo había propiciado, como resultó en este caso. Tengo en algún lado la reunióndondeesose produce 

(26) Carlos Félix Buschiazzo, era hermano menor de Juan Antonio. La numerosa familia Buschiazzo estuvo relacionada con la construcción y lo sigue estando luego de varias generaciones. El padre Carlos era maestro mayor cuando el nombre significaba mucho mas que actualmente. Además de la participación descollante de Juan Antonio; Francisco Buschiazzo fue delegado municipal en Belgrano para los años 80. A Carlos Felix lo encontramos como «Ing. delineador» firmando expedientes sobre la calle ministro inglés ante las autoridades municipales para coopro-pietarios que debieron comprar al Banco Inmobiliario. Vivió en Villa Devoto y casó con la hija de Dermidio Latorre. Llegará a presidir la Asociación de momento de Villa Devoto. José Poggi en algún momento también funcionario municipal será responsable de dos importantes construcciones en madera en la Villa levantadas para Bartolomé Devoto y Esteban Dellacha. 

(27) Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires. Expediente 6478 Año 1889. Municipalidad de la Capital.   

(28) Curiosa situación que lleva a sospechar que pudo existir algún tipo de acuerdo entre partes para luego de iniciada la venta.  

(29) El plano de Chaperouge de 1888 y el del Banco Inmobiliario de 1889 dan como nombre el de Cimaro. La referencia de Cimarrón con la que se conocerá posteriormente podría ser correcta o derivada de distorsiones en aquel primer nombre. Al no poder confirmar como correcto el cambio, mantenemos el dato documentado. Era en ese lugar donde el camino al pueblo de San Martín se acomodaba para cruzar el arroyo Medrano. Los planos de nivel de barrio efectuados por el Banco marcan una fuerte pendiente en ese lugar (barranca) hoy desaparecida. Sin duda los trabajos de rectificación inicial y los de años posteriores suavizaron esa pendiente que hoy se ve hacia la Av. Fagnano. Allí también se cruzaba con el camino que viniendo de Belgrano llevaba a Morón y Moreno y además permitía utilizar el paso Morales y cruzar el río Reconquista para llegar a Pilar y Luján.  

(30) Villa Devoto y la escuela de Panamá- Notas Históricas – Buenos Aires 1967, pág.10.  

(31) Archivo Municipal Ciudad de Buenos Aires.Presentado el 21 de octubre de 1889: “Sr. Dn. Francisco Seeber. Intendente de la Municipalidad de la Capital Federal. El abajo firmado Dn.Antonio Devoto, en representación del Banco Inmobiliario somete alSr. Intendente lo siguiente: Las dificultades que encuentra la construcción de los edificios en la “Villa Devoto” por falta de buenos caminos para conducir allí materiales y siendomuycostoso e ineficiente el servicio del Tramway Rural; este Banco, en  vista de facilitar a los vecinosde esta nueva poblacióntodos los medios posibles de comunicación ve la necesidad de establecer una línea de tranvíaque una la estación del F, C, EN “Villa de las Catalinas” con la estación del F. C. en “Villa Devoto”atravesando esta últimay pide al señor intendentesu aprobación sumamente útil a  las dos “Villas”. Saluda a Ud. Con su mayor consideración.” 

(32) La Sociedad de Fomento durante 1896 propone al ferrocarril Pacífico hacerse cargo de la línea aportando tren rodante. Una foto de ese mismo año muestra un amplio galpón con vías saliendo bajo los portones cerrados y dos jinetes mirando a la cámara. Una casa pegada al galpón podría resultar la estación terminal. Al pie dice estación a Catalinas. Para la misma fecha en foto de la calle Mercedes parece verse un riel (pudrían resultar huellas en el barro de carros) La estación estaba ubicada en la manzana de San Martín Concordia y José Cubas donde por muchos años hasta la instalación de un aserradero se encontraban los rieles que habla el inventario de La Inmobiliaria.  

(33) La escuela es levantada por el Consejo Nacional de Educación comenzando a dictar  clases en 1895. La iglesia queda trunca con la mampostería exterior terminada sin techos. En 1913 Antonio Devoto compra el predio y en planos de 1914 figura como Santa Rosa pero ni él ni su segunda esposa llegarán a ver terminado el templo. Del mercado y del juzgado de paz carecemos de noticias que avalen su construcción. 

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