Por Edgardo Oscar Tosi
Tema desarrollado en la primera reunión del Taller de Historia 2006
El barrio de Villa Devoto oficializado por ordenanza de 1972 se ubica al oeste de la ciudad autónoma de Buenos Aires apoyado contra la avenida General Paz. Sus límites se extienden desde aquella avenida por Lope de Vega, Baigorria, Joaquín V. González, Francisco Beiró, San Martín y Campana.
Aunque ubicado en uno de los puntos mas altos de la Capital la presencia de un brazo del arroyo Medrano al norte y la proximidad del Vega al sur, moldean su superficie con ondulaciones y desniveles que en algunos sitios ocultan pequeñas barrancas que la rectificación y pavimentación de sus calles, no ha logrado disimular completamente.
Esa morfología del suelo en las cercanías de los arroyos permite adivinar la existencia desde antiguo de una fauna exuberante que se unía con un importante monte de talas que dará nombre al lugar por mas de dos siglo.
En 1605 Hernando Arias de Saavedra otorga a Cristóbal de Luque y Cobos, y a Domigo Griveo las suertes de cabezadas que iban desde la actual Avenida de los Constituyentes, por una legua de fondo, entre las actuales Beiró y Mosconi al primero, de Mosconi al oeste al segundo y de Beiró al este el último.
Mientras estas últimas formarán parte poco después de la gran chácara de los Jesuitas y serán fraccionadas al momento de la expulsión de éstos, las otras mantendrán una estructura compacta, llegando a mediados del siglo XIX a ser propiedad de Manuel Lynch desde Mosconi al norte y de Santiago Altube al sudeste. Dado que Beiró será el límite del partido de Flores, ambas fracciones formarán parte del partido de San Martín, habiéndolo sido anteriormente de San Isidro Labrador y de la Capellanía de los Santos Lugares. Su proximidad con los cuarteles del Restaurador hace posible que aquellas tierras cuando eran propiedad de la familia Gainza sirvieran como potrero de la caballada de Juan Manuel de Rosas.
La extensa fracción que iba de Constituyentes hasta Lope de Vega entre Mosconi y Beiró, principal protagonista de nuestra historia, fue adquirida por Santiago Altube al presbítero José Julián de Gainza el 2 de setiembre de 1852. La propiedad inalterada en sus límites hasta ese momento reducirá su superficie al ser enajenada poco después la fracción que iba de Lastra a Lope de Vega, límites que quedarán perfectamente delineados al solucionarse por acuerdo extra notarial un conflicto con su vecino Manuel Lynch. Santiago Altube, originario de la Villa de Oñate en el país vasco había llegado a Montevideo en 1842 dedicándose junto a sus hermanos a la elaboración de ladrillos, explotación que para 1848 traslada al barrio porteño de Balvanera. Su buena posición económica le permite en 1960 retornar a España, quedando al cuidado de su hermano menor Félix lo que ellos llamaban la “Chacra”.
Fallecían en Oñate, el 20 de junio de 1878 Santiago y 1886 su mujer dejando como únicos herederos a sus hijos Miguel y Nicanora. En 1882 había fallecido en “la Chacra” Félix, mudándose en ese momento la familia al campo “El Mirador” en Pilar. La Chacra explotada por medieros queda bajo la administración de su hijo Ignacio, mientras el Tambo Lechuza será explotado por Antonio José Máximo a quien todos llamaban Félix como al padre.
Para fines de 1888 arribaban a Buenos Aires, Miguel Altube y su cuñado José Antonio de Elorza. Llegaban con intención de exigir compensación de las empresas del ferrocarril Buenos Aires al Pacífico y del Tramway Rural que habían penetrado con sus vías en sus propiedades sin haber adquirido la tierra utilizada, pero principalmente los movía el deseo de vender “La Chacra”.
El Banco Inmobiliario, institución fundada el 16 de abril de 1888, abocada en esos momentos al relanzamiento frente a la nueva estación Palermo del Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico, del barrio de Villa Alvear recibirá de manos de ciertos intermediarios la propuesta de venta de una fracción de 200 hectáreas ubicadas en el Km. 10 de la nueva línea, que era el campo de los Altube.
El 14 de enero de 1889 Antonio Devoto presidente del Banco informa a sus pares que ha visitado el lugar y lo considera apropiado por lo que en esa fecha se resuelve la compra. El 25 de febrero se realiza la operación de venta que no incluye la fracción correspondiente al tambo Lechuza retenido por los Altube. Se abonan $ 400.000 al contado y cuatro semestres de igual monto. Ante el escribano Carlos de la Torre, firman por los herederos de Santiago Altube, Miguel Altube en su nombre y José Antonio de Elorza en nombre de su mujer. Lo hacen por el Banco Inmobiliario Antonio Devoto como presidente y Ernesto Dellacha como gerente. Los planos de mensura que acompañaban la operación estaban firmados por el Ingeniero Carlos María Morales, Jefe del departamento de Obras Publicas de la Municipalidad de la Capital.