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Profesor Doctor José Sánchez Picado

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(Artículo publicado en Revista ‘Devoto Historia’ N° 36 – Primavera/Verano 2015)

Por Alicia Rapagnani y Susana Costa

“El rescate de un legado”

Ante las numerosas consultas y preocupaciones vecinales sobre el abandono y creciente deterioro del edificio ubicado en la esquina de las avenida Francisco Beiro y el bulevar Chivilcoy, esta Junta de Estudios Históricos Junta, publicaba en la revista “DevotohistoriA”, Nro. 22 de otoño de 2011, un pequeño artículo denominado “Memoria Ingrata” donde se recordaba a un destacado vecino devotense, el doctor José Sánchez Picado.

Nuestro objetivo entonces radicaba en la necesidad de no olvidar la historia para que esta pueda ser rescatada. Más de 70 años habían transcurrido desde el fallecimiento de tan prestigioso profesional y de su generosa decisión de legar a Villa Devoto un espacio que atendiera las necesidades de los niños con problemas de retraso madurativo. Pero la fragilidad de la memoria de quienes debían custodiar esa singular y hermosa casona fue llevando a ese edificio a un estado de deterioro y abandono significativo. Nuestra voz de alarma fue escuchada por vecinos e instituciones devotenses quienes compartieron nuestro anhelo de salvar el legado del doctor Sánchez Picado y que hoy forma parte de nuestro patrimonio histórico cultural.

Es de recordar que, en 2013 se comenzó a desmantelar los techos del otrora Instituto Sánchez Picado con el objeto de su total demolición, acción que actuó como detonante de la respuesta vecinal, llevando a la comunidad a unificar voces de vecinos e instituciones en reclamo del salvataje del edificio. Múltiples reuniones nos llevaron a cabo con el objeto de conseguir que los responsables del edificio escucharan las voces mancomunadas y se pusiera finalmente en marcha la puesta en valor del edificio para transformarlo en un centro cultural. La obra está en marcha.

Quien camina distraído por el cruce de las avenidas puede vislumbrar que pronto llegará a su fin, pero ni los vecinos ni las autoridades deben olvidar que el objetivo único y fundamental del legado expresado por su Benefactor es la orientación a la participación prioritaria de niños con diversas discapacidades, para no borrar jamás la huella marcada por Don José Sánchez Picado.

“La generosidad de un gran hombre devotense”

Desde muy temprana edad, José ha demostrado ser un niño muy aplicado en sus estudios, manifestando también, una gran vocación de servicio. Así lo comentaban sus maestros del Colegio del Salvador, donde recibió su educación primaria, continuando en esa misma Institución sus estudios secundarios, que concluyó con excelentes calificaciones.

Su inclinación al bien común y aptitud para el servicio, son las cualidades que lo llevan a realizar los estudios de medicina. Alumno destacado y entusiasta, finalizada su carrera de médico, continuó sus estudios de post grado en tres especialidades médicas.

Como cirujano ejerció en la Armada Argentina varios años, hasta su retiro efectivo, en 1905, con el grado de capitán de navío médico, desempeñándose posteriormente como cirujano del Hospital de Agudos Torcuato de Alvear, años antes de que éste fuera convertido en Hospital de Emergencias Neuropsiquiatrías.

A pesar de su profuso trabajo, el doctor Sánchez Picado, solía hacerse de un tiempo, para dedicarlo a sus amigos, algunos de ellos, antiguos compañeros de colegio. Por éste motivo, junto a ellos, resuelven crear la Sociedad de Ex Alumnos del Salvador (ANTIQUI SOCIETATIS IESU ALUMNI-ASIA). Integró la membresía de ésta sociedad junto a Carlos de Alvear, Joaquín y Tomás de Anchorena, Abel, Alfonso, Carlos y Rafael Ayerza, el doctor Abel Zubizarreta, Juan Buschiazzo, Juan Blaquier, Juan Caride, Rómulo Gil y Francisco López Lecube, entre otros personajes de la época.

Contraídas nupcias con la señora Cornelia de la Serna con quien tuvo una hija, desarrolla su segunda especialidad médica: la tisiología, prestando servicio en esa especialidad, enfermedad que afectaba a amplios sectores, fundamentalmente en el marco de la pobreza y carencia de avances científicos a los sectores más humildes de la sociedad, en el recientemente inaugurado Hospital Vicente López y Planes de la localidad bonaerense de General Rodríguez. Hospital público, ideado por los doctores Samuel Gaché y Emilio Coni ambos tisiólogos, quienes creían que los pacientes tuberculosos instalados en una zona campestre, alejada de la ciudad y rodeada de aire puro, podrían recuperarse mejor y rápidamente.

Este nuevo nosocomio, pudo abrir sus puertas, gracias a la generosidad de Sociedad de Damas de Beneficencia, las señoras Elena Napp de Green presidente de la misma y la señora Carolina Lagos de Pellegrini Vicepresidente (viuda del doctor Carlos Pellegrini) entre otras damas. Sánchez Picado será director de este hospital durante un largo período, desde su inauguración en 1916 y si bien allí tenía una hermosa casa con jardín que le proveía el hospital, incentivando de este modo su disponibilidad de tiempo completo, contaba además con su casona de Villa Devoto, sita en la calle Chivilcoy 3301.

Instalado definitivamente en Villa Devoto con su esposa y su hija luego de su fructuoso paso por el Hospital de General Rodríguez se dedicará a su tercera especialidad, la psiquiatría, como necesidad de canalizar sus inquietudes. para brindar protección, tratamientos adecuados y educación a niños con retardos madurativos, espásticos y con severas patologías psiquiátricas. Su gran aflicción, era el poder tener la certidumbre de que esos niños diferentes de otros, fueran merecedores de mayores cuidados y trato afectuoso, además de que recibieran los medicamentos necesarios para paliar sus patologías y recibir la educación y contención necesarias para permitirles desarrollarse a lo largo de sus vidas .

Estos temas lo llevan a plantear en familia su voluntad de legar a su muerte la propiedad de la calle Chivilcoy, donde residían, con el fin de albergar y educar en ella a estos niños especiales, desde el Jardín de Infantes hasta la finalización de la Educación Primaria, con la idea de que pudieran salir de allí a buscar una formación que les permitiera aprender un oficio, para su inserción laboral.

Es así como lo refieren en una publicación, las autoridades de la Escuela Nº 3 : “Los niños que egresaban del Instituto Sánchez Picado, luego finalizaban sus estudios en la Escuela de Educación

Especial y Formación Laboral Nº 3 María Dolores Navalles de Tobar García, ubicada en la Av. Francisco Beiró 4418, obteniendo así salida laboral”.

Fallecido el doctor Sánchez Picado, el 12 de noviembre de 1932, su esposa la señora Cornelia de la Serna y su hija María N. Sánchez Picado de Amaya, efectúan el legado de la propiedad, de acuerdo a la voluntad del doctor.

Siendo el Instituto inaugurado el 6 de enero de 1938, asistiendo al acto el presidente de la República, Agustín Pedro Justo, el Ministro de Justicia e Instrucción Pública, José de la Torre, el presidente de la Comisión Asesora de Asilos y Hospitales Regionales, doctor Nicolás Lozano, quien dirigió palabras de agradecimiento a la señora de Sánchez Picado y su hija, destacando el acto filantrópico del legado, para fines tan altruistas, recordando también la fecunda labor que realizara el profesor doctor, en pos de la salud pública. En la ocasión bendijo las instalaciones, el Cardenal Santiago Luís Copello, quien se encontraba presente entre los asistentes al acto. Su primer director será el médico pediatra doctor Alberto Zunino, dependiente de la Comisión antes mencionada y del Consejo Nacional del Menor.

Fuentes

*Boletines de la Sociedad de Beneficencia de 1915 a 1920.

*Reaba publicaciones de 1915 a 1925.

*Diario Acción de General Rodriguez

*Diario La Prensa, Reseña de los Hospitales de General Rodríguez , 1941.

*Diario La Razón de Villa Devoto.

*Ex alumnos del Colegio del Salvador.

*Historia del partido bonaerense de General Rodríguez, Besozzi Luis Pedro Juan, 2005.

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