(Artículo publicado en Revista ‘Devoto Historia’ N° 19 – Otoño 2010)
Por Susana Costa
A partir de mediados de siglo XIX un sin número de italianos, hombres, mujeres y niños atravesó el Atlántico en busca de mejores oportunidades de vida y de trabajo. La Argentina fue uno de los países elegidos por la inmigración italiana en una época que nuestro país se presentaba como un mercado en franca expansión, situación que favorecía el flujo migratorio. En el periodo más importante de este fenómeno migratorio ubicado entre los años 1875 y 1915 llegaron a la Argentina, pequeños productores agrícolas y peones, comerciantes, artistas y profesionales.
La inmigración italiana participo activamente de la vida social, económica y política de su país de adopción, en el cual muchos de ellos tuvieron una actuación destacada.
En 1910 Argentina festejaba el Centenario de la Revolución de Mayo, acontecimiento que se festejó invitando a personalidades internacionales notables y organizando distintos eventos, cceremonias civiles, religiosas, militares, Congresos y exposiciones , ediciones especiales de documentos, banquetes y funciones de gala y disposiciones para la creación de plazas, ornamentos y monumentos.
El teatro Colón, inaugurado el 25 de mayo de 1908, obra del arquitecto italiano Víctor Meano que se inaugurara con la ópera Aida de Giuseppe Verdi, fue testigo de innumerables funciones tendientes a engalanar los festejos. En aquellos años nuestro país se perfilaba como una gran potencia mundial, aunque la ambigüedad que siempre nos caracterizó mostraba dos caras de una misma situación, por una parte la opulencia y por la otra la tensión social.
En 1910 se sancionó la ley de Defensa Social, instaurando con ella el arresto preventivo de sospechosos de anarquismo. Si bien hubo también tibios avances para intentar calmar los reclamos obreros, como la creación del Departamento Nacional de Trabajo, fueron meramente simbólicos y la mayoría de las disposiciones en ese sentido no fueron cumplidas. En ese año se registraron un elevado número de huelgas y disturbios y el 26 de junio el teatro Colón sufrió un atentado que se vio ampliamente reflejado en los medios de comunicación locales y extranjeros.
Decía George Clemenceau sobre el atentado «Fue lanzada una bomba por un desconocido en el Teatro Colón y cayó en medio de las butacas. Se recogió a los heridos como se pudo, la sala se vació entre gritos de furor y, reparados los desperfectos al día siguiente, ni una sola señora faltó a la representación de aquella noche. Éste es un bello rasgo de carácter que hace honor particularmente al elemento femenino de la Nación Argentina”.
El 13 de diciembre de l909, por ley 6.286, se había autorizado la creación de una Comisión que se ocuparía de preparar las celebraciones del Centenario, esta comisión sustituiría a la precedente creada por el poder ejecutivo en 1906. La Comisión Nacional del Centenario que centralizó todos los festejos, la integraban artistas, profesionales, científicos, militares, representantes del Congreso de la Nación y el Intendente de la ciudad de Buenos Aires. La presidencia, la ejercía el Ministro del Interior, Dr. Marco Avellaneda; la vicepresidencia primera Manuel Güiraldes, intendente de la ciudad, la vicepresidencia segunda la ocupaba el Dr. Norberto Quirno Costa. Entre los objetivos de la Comisión se encontraban la erección en la ciudad de Buenos Aires de los monumentos a la Revolución de Mayo, a la Asamblea del año XIII y al Congreso de 1816, al Ejercito de los Andes, y las estatuas de Alvear, Brown, Moreno, Pueyrredón y Rivadavia para lo que se dispuso realizarse concursos nacionales e internacionales y auspiciar la urbanización de la Plaza del Congreso como si también de otros parques y jardines.
El 25 de mayo de 1910 se inauguraba el edificio de “ La inmobiliaria”,primera compañía de seguros generales, de vida, accidentes de trabajo, incendios, granizo, marítimos, fluviales y cristales de capital argentino, ubicada en Avenida de Mayo 1402 al 1500, además con otras dos entradas por las calles laterales.
Este edificio que fuera proyectado por Francesco Gianotti, y ejecutado por Luis Broggi, quien le introdujo varias modificaciones, fue encargo de la compañía Antonio Devoto Hnos. El mismo posee una notable simetría, remarcada por sus dos cúpulas. Las mismas se encuentran en las esquinas de la Avenida de Mayo, son de hierro y zinc, de color rojizo y con miradores. Pares de estatuas de los dioses griegos Venus y Apolo decoran las ochavas del edificio y su sección central en ocho nichos, A mitad de cuadra, en el remate se ve un cartel hecho con cerámicas policromadas doradas que reza La Inmobiliaria, instalada en 1910 en el primer piso mientras que la planta baja fue comprada por Guillermo Heinlein , que instaló en ella el local de su compañía de artefactos sanitarios, la primera Debido a esto, el edificio fue conocido popularmente como Palacio Heinlein Recordemos que “La inmobiliaria” fue la sucesora del Banco Inmobiliario, entidad promotora de la creación de Villa Devoto en 1889.
Un importante evento realizado como parte de los festejos del Centenario fue un gran centro de exposiciones denominado “Exposición Internacional del Centenario” de la que ya, 5 años antes, habían comenzado su organización. El diario la Nación del 20 de mayo de 1905 publicaba la siguiente noticia.
“Conmemoración de la independencia – La proyectada exposición – España y la Argentina – La comisión nombrada en la reunión de la Bolsa para estudiar el proyecto de estatutos de la sociedad anónima que tomará á su cargo la celebración de la exposición conmemorativa del centenario de la revolución de Mayo, continúa desempeñando su cometido y en breve presentará su informe á una nueva asamblea.
Los iniciadores del proyecto han resuelto que la exposición sea panamericana, es decir que podrán tomar parte en ella todas las repúblicas americanas, á excepción de los Estados Unidos, porque dado el estado de progreso de esta última, no sería posible que las demás repúblicas establecieran competencia con los productos de aquella.
Se invitará también á las naciones europeas á concurrir á la exposición, pero fuera de concurso, sin tener derecho á los premios que se otorgarán á los mejores productos.
Sobre esto haremos una observación. Celebrando el centenario de la revolución de Mayo que nos dio la independencia, no debemos olvidar á España con la que tenemos vínculos y afinidades que no hay para qué recordar puesto que están en la conciencia de todos.
La más franca y entusiasta solidaridad existe actualmente entre España y la República Argentina y nadie se acuerda ya de las pequeñas divergencias que hubo en otros tiempos y por eso se nos ocurre que en la proyectada exposición de 1910, el gobierno argentino podría hacer una excepción con España, é invitarla oficialmente á concurrir al certamen como un acto de patriótico reconocimiento hacia la madre patria. Es seguro que la invitación del gobierno sería inmediatamente aceptada. Toca a la comisión directiva de la organización resolver el punto.”
La muestra se distribuyó en pabellones de los distintos países participantes. En el Pabellón Italiano se exhibió una réplica de una estación ferroviaria vidriada coronada por un busto de Víctor Manuel III, y en el Pabellón Argentino otra pequeña estación de tren, locomotoras (como la primera que circuló en Buenos Aires en 1857: La Porteña), autobombas, un carruaje presidencial y motores a vapor y eléctricos. El joven arquitecto Francisco Gianotti, participara en la construcción de pabellón italiano siendo además autor del recordado quiosco Inchauspe del Pabellón de productos alimenticios.
Además de los monumentos proyectados en los concursos nacionales e internacionales, las colectividades extranjeras aportaron nuevas obras para los espacios públicos. Las dos más importantes, la española y la italiana, se preocuparon y de alguna manera rivalizaron, en levantar el monumento más importante.
Ambas colectividades proponen donar a la Republica un monumento a Cristóbal Colon. Antonio Devoto será el presidente de la comisión italiana pro monumento y será esta comunidad la que finalmente la comunidad italiana hará efectiva la donación que es aceptada por Ley Nº 5105 del 26 de agosto de 1907. El autor del monumento será elegido por concurso que tendrá como vencedor al escultor italiano Arnaldo Zocchi.
El 24 de mayo de 1910 fue colocada la piedra fundamental y la inauguración se llevó a cabo recién el 15 de junio de 1921. En la obra, que evoca la partida desde el puerto de Palos y la primera cruz plantada en el Nuevo Mundo, se destaca la figura de Colón –en mármol de Carrara– pesa 38 toneladas y mide 6, 25 metros de altura. Se encuentra emplazado en el Parque Colón, detrás de la Casa de Gobierno. Fue esculpido totalmente en Italia, llegando a nuestro país desarmado con sus piezas numeradas siendo su autor quien dirigiera personalmente el montaje de la obra.
En una carta el escultor Arnaldo Zocchi, decía lo siguiente: “Los españoles, que según parece quieren también mucho a la Argentina, recolectaron en poco tiempo cerca de 300.000 liras. Al conocer esta noticia, el comité italiano presidido por el señor Antonio Devoto, se apresuró a organizar la subscripción y es casi seguro que esa suma pasará pronto de medio millón, según he leído en La Tribuna de Roma. Debido al retardo con que se me ha comunicado el pedido de comenzar el monumento, sólo se podrá inaugurar en [1910] el basamento. Es una lástima que para entonces no esté la obra terminada. Según el señor Devoto, la subscripción no se levantó antes debido a la crisis financiera del año pasado. Pero ahora se proseguirá con éxito seguro. La colectividad italiana es muy grande y muy poderosa en la Argentina y, además, el prestigio del señor Devoto, contribuirá a que los trabajos tengan buen resultado, por mi parte, yo entregaré el basamento listo para 1910.
Para reflejar el importante acontecimiento de la colocación de la piedra fundamental del monumento a Colon, transcribiremos algunos párrafos del periódico la “Patria Degli Italiani” del cual Don Antonio Devoto era accionista, publicados el 25 de mayo de 1910.
“Participacion Italiana en los festejos del Centenario
Siendo las 9.05 llegan los componentes de la comisión organizadora de la manifestación.
A las 10.00, precedido por un escuadrón militar, llega en su Berlina el embajador de Italia Ferdinando Martini y el ministro Conde Macchi de Cellere, encargado de negocios de S. M. el rey de Italia. Las tropas rinden honores militares, la multitud aplaude largamente al y son recibidos en el palco por el Comendador Antonio Devoto acompañado por los secretarios Marques Negrotti Cambiasso y el príncipe de Camporeale y por los comandantes de las naves del reino de Italia Pisa y Etraria ….Acompañan el evento la delegación Chilena presidida por su presidente el Dr. Montt y sus ministros de relaciones exteriores y de guerra. El gobierno Chileno expresa de este modo su completa adhesión a la Ceremonia Italo-Argentina, mostrando asimismo especial estima por nuestra Colonia…
Recibido por los acordes de la Marcha de Ituzaingó llega el Presidente de la Nación Doctor Figueroa Alcorta. Dirigen la palabra a la multitud el Ministro de Italia Conde Macchi de Cellere, y posteriormente el Presidente del Comité pro Monumento Comendador Antonio Devoto quien propone consentir que sean también los trabajadores italianos quienes en esta solemne hora, expresen sus palabras al pueblo fraterno. Estas palabras tienen gran aprobación. Por último dirigió la palabra el Ministro del Interior Doctor José Gálvez. Finalizados los discursos, se firma un pergamino alusivo a la ocasión.
Serán el presidente Figueroa Alcorta con nuestro Director el Comendador Antonio Devoto los primeros en bajar la escalera para colocar la piedra fundamental acompañados por el presidente de Chile, , el embajador Martini y el ministro del interior Sr Gálvez, . Mientras tanto los obreros dirigidos por el Ingeniero Buschiazzo y por el constructor Bottini operaran el movimiento del bloque de granito mientas suena el himno a Garibaldi…marineros, bomberos, voluntarios y héroes de las batallas de la Patria hacen su saludo militar mientas que la multitud se saca los sombreros. Colocada la piedra la primera palada de cal es colocada por el presidente de la Nación, seguido por Don Antonio Devoto, el Dr. Montt, el embajador Martini, el conde Macchi de Cellere y finalmente el Ministro Gálvez.”
Sin lugar a dudas esta será la participación más importante de la Comunidad italiana en los festejos del Centenario, y a pedido de los italianos la obra será llamada Monumento a “Crisóforo Colombo” constituyéndose en el único monumento a Colon emplazado en un país de habla hispana que lleva el nombre del navegante genovés en su lengua materna.
(I) Vittorio Meano (1860, Susa, Italia – 1 de junio de 1904, Buenos Aires) Arquitecto italiano proyectista del Congreso Nacional y del Palacio de la Legislatura del Uruguay.
(II) Georges Benjamín Clemenceau (Mouilleron-en-Pareds, 28 de septiembre de 1841 – París, 24 de noviembre de 1929). Médico, periodista y político francés.
(III) Empresario alemán importador de artefactos sanitarios y productos innovadores.
(IV) Soiza Reilly, J.J, “Un regalo de los italianos a la República Argentina”, en: Caras y Caretas N°536, Semanario Festivo Literario, Artístico y de Actualidades, Buenos Aires, 9 de enero de 1909.
Bibliografía
• La Patria degli italiani. Edición 26-05-1910
• Leonel Contreras Rascacielos porteños (2005), pág. 44/46
• Diario La Nación “Necesita ayuda La Inmobiliaria” Edición 28 de noviembre de 2004