(Artículo publicado en Revista ‘Devoto Historia’ N° 33 – Primavera 2014)
Por Amanda Mónica Hernández y Enrique A. Lorenzo
Los recuerdos que tengo de Devoto se remontan a mi niñez y juventud; la hermana de mi abuelo materno vivía en la calle Nazca 4840 y además, mis padres tenían amigos íntimos con domicilio en Belgrano. Con mis padres vivíamos en Floresta; y para llegar a esos lugares, tomábamos un ómnibus que circulaba por Segurola; más tarde el troleybus y finalmente, el que cumplía el mismo recorrido que actualmente realiza el 114. En aquellos tiempos, al acercarnos a La Villa, por la calle Chivilcoy, con doble plazoleta; daba la sensación que ya no estábamos en prolijo, limpio, ordenado y vivible Buenos Aires. El primitivo ómnibus bordeaba la frondosa Plaza Arenales, y ésta, se nos presentaba con su tupida vegetación, senderos de grava de ladrillo, los magníficos edificios hoy inexistentes, y otros que perduran con una vejez cuidada y digna. Estábamos en otro lugar; en otro mundo.
Recién frecuenté regularmente el Barrio, en el año 1958-59, cuando comencé el noviazgo con una nativa del lugar; nacida en José Pedro Varela y Bahía Blanca, cuyos abuelos y padres eran vecinos y amigos de los Biedma, padres e hijos.
Casados a fines del año 1961, vivimos en Gualeguaychú 4485, momento en que empecé a conocer a los VECINOS DESTACABLES DE VILLA DEVOTO (Tercer congreso de Historia) y otros, con quienes tuvimos el privilegio de tratar, no con la profundidad de los descriptos, pero si, con la jerarquía del buen vecino, confiables, generosos, especial y fundamentalmente discretos.
Hemos tenido el privilegio, junto a nuestros dos hijos, de ver, usar y gozar de los imponentes caserones de los orígenes del Barrio, que la voracidad inmobiliaria los hizo desaparecer, a pesar y con total desprecio de los impedimentos reglamentarios municipales que ya existían, con el propósito de mantener el concepto de barrio “Jardín” y que se sigue ignorando, pero ahora, invitando a los vecinos para escuchar los reclamos, que sistemáticamente no son oídos.
COMERCIANTES
Uno de los primeros en tratar fue el fotógrafo Sr.: José E. Osuna, su esposa e hijo, cuyo negocio estaba en la diagonal Fernández de Enciso 3949-3973; tenía en su trastienda, un gran espacio para realizar fotos de casamiento, u otros acontecimientos, con decorados cambiables afines a los mismos. Esta familia y amigos, tenía por costumbre, ya entrada la primavera, de organizar concursos de dibujo en la Plaza Arenales, invitando a las escuelas cercanas a ella; con lo cual, en el soleado sábado establecido, la plaza se llenaba de guardapolvos blancos, nuestros hijos inclusive; con los Bloks “El Nene”, lápices y pinturitas, o cualquier otro elemento apto para dibujar. En los días siguientes, junto con los respectivos profesores de dibujo de las escuelas participantes, se efectuaba la valoración de los trabajos y se repartían los diplomas otorgados.
Con los años, el local se trasladó a la calle Ricardo Gutiérrez 4149 hasta su cierre, por el hecho que comenzaba la era de la foto Digital.
Otro negocio significativo fue la Ferretería y pinturería de Fernández de Enciso, 3791; donde el Sr. Enrique Viotti y su socio, Sr. Di Lorenzo, atendía con deferente y autorizada opinión, las consultas que, sobre calidad y características de las pinturas, lo sometíamos. Mas tarde, se mudaron en la misma avenida, al 3781, local contiguo al primero. Desconocemos el momento en que, el Sr. Di Lorenzo, ya separado de su socio, se instaló en la Av. Francisco Beiró 3457 donde siguió asesorando con creciente autoridad a sus clientes y amigos, hasta su deceso; su hijo, continúa con el prestigiado negocio y el Sr. Enrique Viotti sigue con el suyo, en el 3781 de la Av. Enciso.
Otro comercio que merece nuestro grato recuerdo fue la Ferretería del Sr. Kurt Krebs, joven alemán que se radicó, en nuestro Barrio, obligado por la Segunda Guerra Mundial: El 13 de diciembre de 1939 se producía la batalla naval del Río de La Plata, frente a las costas de Montevideo; donde cuatro días después, se hundía por una explosión provocada, el acorazado alemán de bolsillo Graf Spee, para no ser entregado a la Flota Inglesa, compuesta por los acorazados: Ajax, Achilles, y Exeter; el Graf Spee, del que previamente se había rescatado a toda la tripulación; por el navío Tacoma, buque mercante alemán; con varios fallecidos, que fueron sepultados en el Cementerio Alemán de Buenos Aires, incluyendo a su capitán, Hans Langsdorf, quien se suicidó el mismo día de haber arribado a Buenos Aires. Fueron rescatadas un total de 1039 personas; que fueron internadas en la isla Martín García, las que se liberaron, después de verificar su pertenencia al acorazado hundido. (1) (2)
Con el tiempo, período y circunstancias que desconocemos; este joven armero del acorazado, se casa. Junto a su cuñado, de nombre Raúl Domínguez, instalan una Ferretería, ubicada en un gran local, en la esquina de Sanabria y Carlos Antonio López; donde los conocimos y departimos, mientras comprábamos los elementos que comercializaban; local, que mas tarde, y con otros dueños se transformó en Restaurante; y la Ferretería se mudó a un local mas chico, en la calle Gútemberg 4275, donde siguieron trabajando por varios años mas. Hoy el local está cerrado, y sus cortinas metálicas oxidadas no deben ocultar, el tipo de local y la calidad especial de las personas que son y fueron. (3)
La ferretería Mario, que merece ser reconocida, ubicada en Villa Lynch; Monteagudo esquina Laprida, del Sr. Juan Carlos Grass y familia; de trato amable y orientador, surtida no solo con elementos del ramo, sino también de herramientas afines y pinturas etc.
En la calle Ricardo Gutiérrez 4145, se instaló el 18 de noviembre de 1953, una joyería y relojería cuyo propietario, el Sr. Jorge Osvaldo Castilla, que realiza venta y reparaciones afines; en una calle poco favorecida, en virtud de tener frente a su negocio, las vías del ferrocarril San Martín, lo que hace poco transitable la mencionada arteria, hecho que meritúa, aún mas, su labor de tantos años. A sus espaldas, en la calle Pedro Morán, la Zapatería Laprida, de larga data y probada idoneidad, continúa con sus actividades.
La Farmacia, mucho tiempo llamada “Roca”, a cargo del Sr. José Alberto Coll, quien como responsable primero, y propietario después; lleva ya, 49 años al frente de la antigua y conocida farmacia, Deschamps-Roca-Coll; LA FARMACIA MAS ANTIGUA DEL BARRIO (Tercer Congreso de Historia); la Farmacia de Teresa, hoy Caffe del Doge.
Otro comercio destacable, anteriormente ubicado en el acceso por Fernández de Enciso, a la Galería Devoto; nos referimos a la Cerrajería del Sr. Francisco Catabria, desde hace tiempo mudado a la esquina de Habana y Joaquín V. González, cuyo nombre y apellido, lo conocemos recién ahora; solo se decía “voy a la cerrajería” y ya se sabía donde, y de quien se trata.
COMERCIOS:
Un antiguo Almacén ubicado en Habana 3751 y 3753, Carnicería y Verdulería anexa. La antigua casa Ross, que vende Toldos, Lonas, Hamacas y Colchonero de Habana; negocio mudado hace poco, en la misma calle y vereda; el Óptico, Sr. Leibar, en la misma cuadra. Esta zona era el Primitivo Centro Comercial del pasado Devoto.
Nicomar, distinguido lugar donde se ofrecían productos y fiambres de calidad superior y variedad no común en los Barrios, sus dependientes, con sacos negros de lustrina, cuello palomita y moño, atendían, mientras los clientes aguardaban ser atendidos, en las sillas Thonet esterilladas.
Su competencia, pero de un carácter muy diferente; La Glorieta, que era un bodegón-almacén, en la esquina de Habana y Gualeguaychú, propiedad que no llegaba a la Av. Lincoln y parte de Habana; había tomado la venta de los fiambres, ante la decadencia manifiesta de Nicomar. También frecuentábamos el Mercado Arenales, de antigua permanencia en el Barrio.
Los Ocho Hermanos; Almacén y Rotisería, a cargo del matrimonio del Sr. Coloni y sus hijos; quienes modernizaron el local, varios años atrás, con una refinada decoración, y agregaron comidas hechas, para llevar; siguen siendo los mismos que conducen el amable y prestigioso negocio, en Pedro Morán 4202, y Fernández de Enciso.
Años mas tarde ocuparía un lugar destacado, el almacén y fiambrería de Monteverde, que lo continuaron los hijos y los nietos. Frente a este almacén, ahora Supermercado Súper-Servicio; se instaló en 1973, Poli-Rubros, en José Cubas 4461 de Carmen L. M. de Del Vecchio y su esposo, con una extensa gama de productos.
En la esquina Sur-Oeste de Sanabria y Habana, el Almacén de Eladio y Pérez, con su repartidor Manolo, tan gentiles, y voluntariosos, como desprolijos. El Peluquero, Miguel Micalone, llegado de Italia en 1949, instalado en su peluquería en 1973, en la calle Gutemberg 1795. El vendedor de diarios de la esquina de Nueva York y Chivilcoy, de Juan Carlos Colli e hijo; y el de Lincoln y José Cubas; la Calesita Devoto. La Confitería “Las Meninas” en Nueva York casi esquina Mercedes; El Corralón de Materiales de Construcción de Marcos Carlos Sada e Hijos; instalados originalmente en la calle Gabriela Mistral 4347; mudados hace mucho tiempo a la colectora, en Villa Lynch. La Farmacia de Hildo, en la esquina de Lincoln y Gabriela Mistral, local devenido en Carnicería.
El Kiosco de Gualeguaychú 4196 esquina Habana, cuya propietaria, la Sra. Rosa Babsia, su hija Sra. Emilce Bourdet y colaboradora, Sra. Stella Moreira están a cargo del antiguo negocio, conducido con amable atención, y salvador de olvidos; por los artículos que dispone, desde hace 18 años.
Otro negocio con muchos años de permanencia en el Barrio, fue la papelería y librería de la familia Bereta, negocio ubicado en Habana 4147; que se caracterizó por su atención para nada amigable, hecho que cambió notablemente, al hacerse cargo la Sra. Viviana Bourdet, y colaboradoras, desde hace un par de años, con el nombre de THE LINKS, donde es un placer, la atención que conceden.
Otro comerciante de antigua residencia en el barrio es el Sr. Enrique Ferrero, vecino de más de cincuenta años y cuyo Vivero, DEVOTO GARDEN lleva más de 25 años decorando los jardines vecinos.
El jardinero Roberto Giorgi, con sus ayudantes, muchachitos que aprendían el arte de la jardinería, Juan Pedro Jiménez y su hermano Luís Héctor Jiménez; el primero, sigue siendo nuestro confiable y dispuesto jardinero. El lugar donde guardaban sus enseres y herramientas, estaba en Gualeguaychú 4027.
MEDICOS:
El Dr. Codevila, con autoridad, sabiduría y fino sentido del humor, cuyo domicilio y consultorio estaba el José Cubas 4121; Dr. Juan Carlos Pellerano, con domicilio y consultorio en Salvador María del Carril, casi esquina San Nicolás, Pediatra de mi esposa y de nuestros dos hijos, aquellos médicos que visitaban al enfermo en cualquier hora del día o de la noche; Dr. Nadal, de trato grato, amable y contenedor. El Otorrinolaringólogo Dr. Francia, cuyo consultorio estaba en la esquina de Lincoln y Sanabria; el Dr. Atilio Cedro, veterinario que cuida con autoridad, esmero y maestría a nuestras gatas Caty, fallecida y Ninoshka, que nos acompaña.
VECINOS.
Familia de Néstor Di Maio y su esposa Elva y sus padres: familia Imperiale; Sra. Argemira Villalobos, primera directora de la Escuela “La Banderita”, y su esposo Sr. Varela; Filottete Martorella, que orientó a nuestro hijo mayor, por el camino de la Música, esposa e Hija Hebe; Familia Sr. Pala; Srta. González, vivía en Gualeguaychú y José Cubas, esquina Nor-Oeste 4201; el Constructor Sr. Cechini, el Escribano Vast Salanouve; Mr. Black, alto funcionario de la Compañía Británica de Construcciones de Acero, de trato frío y lejano, pero al saber que vivíamos en Devoto, su trato viró notablemente.
La enfermera Nuné; el magnífico carpintero Sr. Donato Ceré, que almorzaba en el Bar “Las Cautivas”, con una evocadora decoración del nombre en el frente del local, en Sanabria y Av. Mosconi; el Sr. Juan Presavento, Capataz de la Empresa Di Naro, en la que trabajé; La librería “La Teresita”, Vallejos 4299; Sra. Blanca Parodi y hermano; Sr. Alexandrovich y familia; Sr. Aued; Sr. Manetti y Sra., Sr. Otero esposa e hijas; Sr. Mario Cordo, su esposa Laura, hijo e hijas; Las señoritas inglesas: Mary, Ellen y Gogó, quienes, una vez al año, organizaban un te, con masas y postres, al que éramos invitados, junto con algunos vecinos de la cuadra.
Familia Churrín; Familia Sr. Escribano; Familia Molteni hijo, hijas y nietos; El Sr. Amadeo Carrizo, notable futbolista; La Sra. Graciela Grandi, Encargada de las Relaciones Públicas del Devoto School, quien con su gentileza, hace posible algunos actos de La Junta de Estudios Históricos de Villa Devoto; EL Sr. Cuttini con ex domicilio en Av. Lincoln entre el 4523 y 4563; y su leona “Pamela” que viajaba en el Jeep del propietario, con su cabeza al viento, para ser expuesta, junto a su cachorro, en el local de Ferro Quina Bisleri, en Av. De Mayo esquina San José (Edificio de La Inmobiliaria).
Dra. Dubois y su esposo Arq. Dolcetti e hijo; El laborioso y confiable herrero Sr. José Mastrogiuseppe e hija; Sr. García y hermana, domiciliados en Habana esq. Sanabria; los nuevos vecinos, familia Capua; la familia de Enrique Bottazzini y Marta, hijo y dos hijas. Señores Miguel Corsi y Santos Gil, mecánicos de automóvil, laboriosos y confiables.
Otro vecino y amigo, cuyo taller se encuentra en Villa Lynch, de nombre Orlando Vitale; lo considero un Benvenuto Cellini, en el ramo Chapa y Pintura, por la calidad y esmero que le imprime a su tarea.
AMIGOS PERSONALES
Ing. Horacio Daneri, nació y vivió en Devoto y muy conocedor del barrio y sus vecinos, a quien invitamos en muchas oportunidades a escribir alguna historia del barrio que él tanto conocía; Sr. Alejandro Aguilar, su esposa, Beatriz e hija “Betty”, domiciliados en Emilio Lamarca 4045, 1º piso; Dra. Laura Frischknecht, madre y su padre Arq. Gustavo Frischknecht; Sr. Arístides Saraceno, Director de la Escuela Abel Ayerza; Sr. Pozzi, Vicepresidente de la Cooperadora de dicha Escuela; Arq. Miguel Ángel Lardíez, genial diseñador y constructor de veleros hechos con Fibra de Vidrio y Resinas Plásticas, de quien aprendimos sus técnicas, con nuestro hijo Hernán; su esposa, hijo e hijas, de imborrable recuerdo. Arq. Horacio La Padula; Arq. Roberto González, amigo y colaborador; Sra. Amanda Gardella, y esposo, Dr. Roberto Machín e hijos y la Odontóloga, Dra. María Angélica Machín; Familia Pasardi, esposo y Señora, hijo e hijas; Familia de Enrique Martínez Tenreiro, esposa hija e hijos; Sra. Bárbara Bartolomeo, su esposo, e hijos; Sra. Marcela Rouge; Todos los nombrados, han sido, y son amigos personales mas otros, que se nos escapa de la memoria, los que siempre serán motivo de nuestro grato recuerdo. A ellos, se suman desde el 2008, los miembros de la Junta de Estudios Históricos de Villa Devoto.
Lamentablemente…las cosas han cambiado tanto en estos tiempos; en que es mas importante “parecer” que “ser”; verano del 2014.
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(1) LA RAZÓN 75 Libro aniversario Nº 75 del Diario, Pág. 81.
(2) Los Monumentos y Lugares Históricos de la Argentina, Carlos Vigil Pág. 88 – 89
(3) Trato personal con los propietarios.
Muchos recuerdos. Muchísimas gracias por compartirlos. El Dr. Pellerano fue el pediatra mío y de todas mis hermanas. Quisiera saber si el Dr.Atilio Cedro sigue atendiendo. Yo ya no vivo en Devoto pero quiero recomendarlo para la perrita de mi hermana.
Muchas gracias