Maria Isabel Aveleyra
Un 4 de Abril de 1895, se iniciaban las clases en la escuela número 10 del
entonces Distrito Escolar XIV (Belgrano), hoy denominada Delfín Gallo.
El 17 de febrero de 1895 el Consejo Nacional de Educación, nombraba Directora de
dicha escuela a la Señorita Maria Isabel Aveleyra, quien se haria cargo el 1º de
marzo.
A sus veintiún años de edad asumía una tremenda responsabilidad, maestra y
directora a la vez, vivirá en las instalaciones del edificio escolar, con su
familia.
Recién en junio y debido al aumento de los niños matriculados es acompañada en
su labor por otra maestra la Señorita Susana Filgueira.
Desde el mismo día de su asunción mostró su férrea voluntad por cumplir su
labor.
Lograr que en el primer año, sobre una población devotense de menos de un
centenar de familias, terminaran 70 niños sus primeros cursos, fue enorme el
resultado.
Eso se logro con su trabajo y presencia, yendo casa por casa, a convencer a los
padres de la necesidad de que sus hijos estudiaran, no sin algunas resistencias
de aquellos, concurriendo a los hogares de los niños cuando se ausentaban a las
clases.
La escuela fue creciendo a su medida, en 1896 paso de la categoría de Infantil a
Elemental (hasta tercer grado). En esa instancia, el barrio ya reconocía la
misma por “la escuela de la señorita Aveleyra”, nombre que subsistió aun después
de 1910 en que toma el nombre de su actual Patrono (Delfín Gallo).
Su labor no solo fue educativa, crea en 1904 la Sociedad Infantil, trabajando
con las alumnas mayores para que en horas extraordinarias, cosieran ropa para
las niñas más pobres.
En 1908, bajo su inspiración se constituye la Asociacion Pro-infancia de Villa
Devoto, formada por padres de alumnos y vecinos, quienes colectaban y repartían
dos veces al año ropas y calzados.
Los relatos de sus contemporáneos sobre el amor y dedicación que diariamente
ponía al servicio de los escolares abundaban por doquier, basta decir que la
fama de la escuela de la Señorita Aveleyra, transito los limites del barrio,
muchos padres de otras localidades buscaban anotar a sus hijos, por el prestigio
de la calidad educativa que brindaba.
Fue su labor infatigable, cuando se acogió a la jubilación en 1923, su escuela
poseía trece aulas, biblioteca y superaban el numero de ochocientos los
escolares inscriptos.
Formo parte de la Comision del Cincuentenario de Villa Devoto (1938), con el
cargo de vicepresidente segunda.
Lo que su nombre representa, no puede perderse de la memoria colectiva, es así
que mucho tiempo después, siendo ella una lozana señora que superaba los ochenta
años, era designada madrina en la colocación de la piedra fundamental del
Monumento a la Bandera, en la plaza Arenales el 9 de febrero de 1958. Habían
pasado treinta y cinco años desde su jubilación y aun seguía vivo el
reconocimiento vecinal a su labor.
Fue una importante constructora del sentimiento nacional, en un país de
multiplicidad de etnias y culturas, participaba en todo acto publico, por la
difusión de las músicas y símbolos nacionales, con el sano proposito de inculcar
el amor a los genuinos y fraternales valores de la Patria.
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