Escuela Nº 7 D.E. 16 “Gral. Máximo de Zamudio”
“La Banderita” - Su historia y sus protagonistas
- Tercera parte
Por
Alicia Jurevich y Lorena Garcia ®
En la segunda parte de esta
investigación recorrimos los primeros pasos de la escuela en su actual edificio
de la calle José Cubas, la fundación de la primera Asociación Cooperadora y los
recuerdos del Padre Nores por sus aulas. Acompañamos en esta oportunidad los
talones de asistencia a sus charlas que debían presentarse posteriormente para
la toma de la comunión en la Iglesia de la Inmaculada.
Hacia 1930 se produce una
marcada participación y organización del movimiento de cooperadores en
colaboración con el tema educativo, se forma una Asociacion Vecinal Pro fomento
Escolar del Distrito 17 y la Federación de Cooperadoras Escolares. Estos
acontecimientos conllevan a la fundación de la Asociación Cooperadora. Para
esos momentos comienzan a reglamentarse los estatutos delimitando funciones de
colaboración junto a la escuela en la tarea educativa dando garantía de ese modo
a las condiciones de igualdad a los alumnos desfavorecidos a la vez que bregaban
por un educación en valores donde la solidaridad era su pilar básico.
En la documentación
analizada surge claramente la siguiente declaración: ...” Solicitamos una
reglamentacion inspirada en ideales de nacionalismo más definido, que fije con
precisión la función de las Cooperadoras Escolares, para que así puedan
desempeñar su cometido facilitando a la Escuela Argentina la obra grandiosa de
formar las futuras generaciones con todas las virtudes de nuestros antepasados
porque ellas suman el anhelo de todas las escuelas y son la esencia de los más
ponderables sentimientos de humanidad, de respeto a la justicia y de amor a la
verdad” ... “Interesamos al niño para que preste su concurso a la Cooperadora en
la seguridad de que lo inducimos a que practique una obra buena”. En los mismos
balances cotejamos la compra de : “84 tricotas y pull overs de lana, 50 pares de
medias, 75 pares de zapatos, 49 delantales” junto con la compra de pancitos
diarios, material didáctico, y libros. De acuerdo a los testimonios recabados
de ex alumnos para estos años ´30 los padres todavía no comprendían la función
de la cooperadora y costó en un principio que realizaran el pago de la cuota
social pero los hechos fueron mostrando el camino de claro apoyo directo al
fomento de la educación y a la vez el rol social en apoyo de los alumnos más
necesitados. Téngase en cuenta que para esa época la institución contaba con una
matrícula promedio que rondaba los 270/300 alumnos (llegando algunos años a
superar los 500 alumnos). La escuela estaba organizada en dos y hasta tres
turnos y que los niños varones cursaban sólo hasta 3er grado . Las niñas
continuaban su recorrido escolar hasta 6to grado cuando se terminaron de
habilitar todos los grados , hecho que fue concretándose en forma paulatina.
Las Bodas de Plata de la
escuela se festejaron en 1939; en esos momentos se funda la Asociación Ex -
alumnos “Pro Patria” que junto a la Asociación Cooperadora y al personal
directivo y docente son los organizadores de los festejos. En esa oportunidad
participó la Sra Argimira de Varela -ex directora fundadora- que acompañará
hasta su fallecimiento, todos los cambios que siguieron en su querida escuela (hasta
1965 de acuerdo a documentación hallada realizó donaciones y participaba de los
actos escolares). Los festejos comenzaron el 14 de mayo con una misa en la
Iglesia de San Antonio y el 20 de mayo se continuaron en la escuela junto a
autoridades escolares, eclesiásticas y organizaciones culturales, deportivas y
sociales y a un grupo destacado de ex alumnos. En esa oportunidad se descubrió
una placa con motivo de la celebración que se encuentra al día de hoy en el hall
de acceso y forma parte de la memoria permanente de quienes precedieron esta
historia.
Para esta década del ’30 se
operan en el barrio algunos cambios en sus costumbres al desarrollarse
una gran cantidad de negocios que hicieron del barrio un lugar con gran
intercambio social. Los bailes que se daban en los clubes sociales con
grandes orquestas invitadas y los bailes de carnaval marcaron hitos que
nadie pudo olvidar. Se inaugura el Hospital Zubizarreta, la calesita
que hoy se encuentra en la Plaza Arenales comienza a funcionar en
Chivilcoy esquina Nueva York y también comienzan las obras de lo que
sería a partir de 1941 la Av. Gral Paz, que hasta ese momento se había
llamado “de la circunvalación”.
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Encontramos un registro de 1933 de una biblioteca del aula con 400 títulos y una
biblioteca del maestro con 500 libros catalogados. Algunos ex alumnos
consultados sin embargo no tienen recuerdos de estas bibliotecas.
Los participantes destacaron junto al recuerdo de sus maestras, la relación
entrañable con los porteros de esas primeras épocas – Los Sres. Victorino
Rodríguez y porteriormente Gauto. Ambos encargados vivían con sus familias en el
edificio escolar y todos realizaban el mantenimiento de la escuela a la vez que
colaboraban con tareas específicas como la revisación a la entrada de la
presentación de cada alumno: especialmente su pulcritud (limpieza de uñas, pelo
recogido) y la exhibición del pañuelo de tela. (1) Estas revisiones estaban a
cargo junto al maestro de turno. También recuerdan como un ritual el paso del
portero por las aulas cargando los tinteros de porcelana en cada pupitre de
madera. Como consecuencia de la política higienista llevada adelante por el
Consejo Nacional de Educación vemos, en los detalles de gastos, el pago del
consultorio odontológico que funcionó en la escuela Abel Ayerza (1940). Muchos
hicieron referencia a las campañas de vacunación y de identificación que se
hacían en el mismo edificio escolar o en escuelas vecinas.
La mayoría de sus ex - alumnos recuerdan a la escuela como un ámbito que
funcionaba como una extensión del núcleo familiar. Este sentimiento se continúa
con el paso de las distintas generaciones que se sucedieron donde convivían
hijos de trabajadores, obreros, cuentapropistas, inmigrantes llegados a nuestro
país en diferentes años y también hijos de profesionales y vecinos de muy buena
posición económica. Recordamos que muchos también compartían la condición de
vecinos por lo cual los encuentros sociales se extendían en sus casas
particulares tomando el té como este grupo de maestras hacia principios de 1940.
La Sra. Alicia Vita recuerda las clases de labores de las alumnas de 6to grado (cuando
culminaba la primaria); ellas trabajaban durante el año en el vestido que sería
estrenado para la reunión de egresados, se encargaban de cortarlo y coserlo.
Algunas ex alumnas afirmaron que estas reuniones de culminación de la educación
primaria se realizaba en la casa particular de alguna maestra - vecina.
En diciembre la fiesta de fin de año era muy esperada por todos los alumnos ya
que recibían golosinas de la Cooperadora, incluso se llegó a armar un pesebre de
grandes piezas que continuaba exhibido durante el último mes del año. Celita
Berreta Garbarino recordó especialmente una visita de un Papa Noel imponente que
trajo regalos a todos los alumnos y que para su sorpresa infantil llevaba
puestos los mismos zapatos que usaba su tía. Por años calló esta “sorpresa” como
un secreto temeroso y que hoy recuerda con sonrisas.
Los ex alumnos de estos años (del 1930 a 1955) no recordaban excursiones a
determinados lugares de la ciudad ni a ámbitos cercanos al barrio. La única
salida que recordó Violeta Galache fue cuando falleció Eva Perón ya que fueron
seleccionados un grupo de alumnos -entre los que se encontraba ella -para llevar
una corona al velatorio en el Congreso Nacional. Recuerda que hubo una debate
familiar para decidir si la pequeña debía ir ya que sus padres no compartían las
ideas peronistas, pero tomaron el desafío como una obligación moral y la niña
fue en una “bañadera” junto a sus otros compañeros en representación de la
escuela.
El mástil de la escuela fue colocado en 1937 con una ceremonia imponente y
multitudinaria que fue documentada en los diarios de la época y en los medios
zonales. Posiblemente una de las versiones de porqué la escuela es conocida como
la Banderita provenga de la gran altura que tenía el mástil que lo convertía en
un punto de referencia en un poblado de casas bajas y donde se destacaba por su
visualización desde distancias lejanas. Otra de las versiones menciona un
almacén ubicado en torno a Gral Paz y Tequendama (actual Gabriela Mistral) que
poseía un mástil con una bandera argentina y que por su cercanía la escuela fue
denominada así. El Ing. E. Tosi nos comenta que algunos almacenes tenían la
costumbre de colocar una bandera que, de acuerdo al color indicaba el tipo de
mercadería que se comercializaba.
En 1954 se realiza un Congreso Nacional de cooperadoras escolares que nombra a
Perón como el Primer Cooperador y se instaura el 8 de octubre como el dia del
cooperador escolar. Si bien durante los gobiernos peronistas se aumentan la
matrícula, los edificios y el equipamiento escolares en paralelo hay un avance
en el apoyo a sectores privados y a la iglesia en relación a la educación (ley
13.047 de estatuto para el personal docente de establecimientos de enseñanza
Privada, ley 12.978 sobre incorporación de enseñanza religiosa en escuelas
públicas entre otras) compartiendo las instituciones privadas, la familia y el
Estado la obligación de garantizar el derecho a la educación (Constitución 1949
capítulo “Derechos del trabajador, de la familia, de la ancianidad, y de la
Educación y la Cultura”).
En 1957 deja de pertenecer al Consejo Escolar N° 17 y pasa formar parte del
Consejo Escolar Nº 16 y se le asigna el N° 7, se creó también una sección de
Jardín de Infantes en cada turno.
Las líneas de política educativa establecen susbsidios desde el Estado que
generaron políticas dependientes para el sector público. Para esta década de
1950 el barrio crecía y sus establecimientos privados también, los posteriores
vaciamientos, junto con un desfinanciamiento y disminución del presupuesto
educativos llevaron a la escuela una baja importante de su matrícula llegando al
borde de pensar en su cierre definitivo. La unión de la comunidad educativa de
La Banderita hace que el Club de Madres, la Asociación de Ex Alumnos y
Cooperadora junto a los directivos se movilizaran para lograr implementar la
modalidad de jornada completa y evitar así, el cierre de la escuela. Este hecho
fue recordado por padres y alumnos como un hito fundacional en la historia de la
escuela. La competencia para esos momentos con las escuelas privadas era alta y
las escuelas públicas perdían por goleada. La transformación en jornada completa,
ayudó a estabilizar la población escolar.
El jardín de infantes que funcionó durante varios años fue una etapa desconocida
por los alumnos más antiguos de La Banderita. Pero también fue muy recordado por
quienes lo cursaron. A él nos dedicaremos en nuestra próxima entrega junto con
la imposición del nombre, planteles docentes, y recuerdos escolares ente otros
temas.
Continuará...
(1) HIGIENISMO EDUCATIVO
A fines del siglo XIX y hasta entrado el siglo XX después de las grandes
epidemias y en ausencia de antibióticos, la prevención de las enfermedades
físicas, intelectuales y morales ocupó un lugar importante en la vida escolar
por lo que se revisaba médicamente a los alumnos dando consejos de hábitos
higiénicos como: evitar escupir en el suelo, hervir los pañuelos en el domicilio
o toser cubriéndose la boca.
Con este propósito el Estado pasó a controlar todos los objetos que iban a ser
utilizados en los establecimientos educativos como los bancos, útiles y
contenidos para los textos escolares.
Se organizaron conferencias para docentes y campañas sanitarias para alumnos.
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