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20 años de Memoria
    
                                                                                                                                         Por Edgardo Tosi

Aunque haber vivido la trayectoria de la Junta de Estudios Históricos de Villa Devoto haya significado hacer historia, este escrito sobre ella significará solamente desgranar recuerdos.
A comienzos de 1992 participaban Francisco Núñez y Edgardo Tosi de los talleres que Diego del Pino organizaba en su casa sobre “Historia de Buenos Aires”. Advertido éste, de los conocimientos e intereses que ellos mostraban referidos a Villa Devoto, les informó que estaba comisionado por la Junta Central de Estudios Históricos de la Ciudad de Buenos Aires a la formación de juntas barriales en donde éstas no existieran. Les propone finalmente organizar la de Villa Devoto, barrio que, por su importancia, no podía adolecer de una. La convocatoria se produjo en el Villa Devoto School. Un 14 de septiembre de 1992, a las 8 de la noche fueron recibidos por la señora Graciela Grandi quien los condujo al salón de actos de la escuela, en donde se desarrolló la reunión fundacional que presidió el profesor Diego Del Pino. Participaron de ella varios vecinos interesados por el tema: Carlos Micko, Oscar Gagliano, Jorge Vast Salanouve y los dos anteriormente nombrados. Se constituyó de esta forma la primera comisión de la Junta de Estudios Históricos de Villa Devoto. Había prometido su asistencia, sumándose al grupo, el Dr. Hugo Inglesini quien por diversas razones nunca llegó a integrarse a las reuniones, falleciendo poco tiempo después.
Era un modesto comienzo, aun cuando se recibieran los apoyos expresos de Ricardo “Dicky” Clare, quien cuatro años antes había presidido la comisión que festejaba el centenario de Villa Devoto y formado parte de otra junta que los había precedido, del ingeniero Martín Rodríguez Otaño, presidente de la Asociación Civil Villa Devoto School y del profesor Leandro Pastor, director del colegio.
Algunos días después, los dos iniciadores, asistieron en el salón de actos del Instituto de Enseñanza Cooperativa de “El Hogar Obrero” a la reunión de presentación a la Junta Central. Allí conocieron en toda su calidez al profesor Enrique Puccia, presidente de la misma, quien supo alentarlos frente al camino que emprendían y al secretario Dr. Carlos Trueba, que acompañó con interés los primeros pasos de la junta.
Tuvieron de boca del presidente las primeras referencias ciertas sobre una junta anterior, presidida en su último tiempo por el Dr. Alfredo Kon Loncarica, con quien éstos se conectaron oportunamente y del que recibieron también aliento a perseverar en la inquietud, confirmándoles la pérdida de vigencia desde hacía ya algún tiempo de la por él presidida, agregando su falta de tiempo e interés por participar en la ahora constituida. Reuniones mensuales comenzadas a las nueve de la noche y terminadas pasadas las doce, siempre en el Villa Devoto School iban introduciéndolos a un sendero arduo, donde frente a una información difusa y contradictoria, todo parecía tener necesidad de ser revisado. Se fueron trasmitiendo los conocimientos que traían de antemano y los que se iban adquiriendo, pero sobre todo se mostraban inquietudes, ignorancias y dudas que iban surgiendo en las investigaciones sobre un campo que se presentaba virgen al estudio sistemático.
Estaban aprendiendo los rudimentos del “oficio”. La dificultad de alimentarse en las noches de reunión, llevó a trasladarlas al restaurante del club Gimnasia y Esgrima de Villa Devoto, donde nuevos miembros fueron acercándose a la mesa.
Un premio otorgado por la Junta Central, a la publicación “Villa Devoto caminando sus recuerdos” de Edgardo Tosi, permitió prontamente poder divulgar los frutos de la incipiente actividad. El apoyo que el Dr. Rafael Longo ofreciera a esa concreción hizo que fuera nombrado junto al profesor Del Pino, mentor de la Junta, miembros honorarios de la misma.
En el primer Congreso de Historia de la Ciudad de Buenos Aires en que la junta participó, su presidente fue honrado como uno de los dos secretarios del mismo. El otro fue Jorge César, miembro de la Junta de Villa Pueyrredón, quien se integró tiempo después a la de Villa Devoto. Su presencia siempre movilizadora y su exuberante, aunque a veces desprolijo aporte de información, fueron un clásico de aquellas cenas, donde él sólo tomaba café. De su inquietud se programaron unas “Primeras Jornadas Historico-geográficas del antiguo barrio de Villa Devoto” asociados con las juntas de Agronomía y Villa Pueyrredón, que se pensó llevar acabo durante el mes de septiembre de 1995, el que finalmente no logró concretarse.
Dentro de los primeros dos años otros miembros fueron integrándose a la Junta. Presentados por el escribano Vast Salanouve, Gerónimo Loza y Enrique Bianchi, antiguos y activos vecinos del barrio que aportaron vivencias y conocimientos.
Luís Spadafora, contactado por Carlos Micko, quien daba sus primeros pasos en la historia del automóvil desde Villa Real. Alberto Gawronski, quien fuera secretario por muchos años y aun forma parte de ella, fue invitado al saberse que preparaba un libro sobre las calles y plazas del barrio que presentó a finales de 1999 y cuyo lanzamiento en la Biblioteca Antonio Devoto fue acompañado por la Junta. Presentado por Francisco Núñez llegó el contador Hugo Clementi, de profundos conocimientos sobre San Martín y más contemporáneamente del Dr. Arturo Frondizi, quien había sido vecino del barrio en su juventud y su visitante asiduo durante la lucha política. Se acercaron además por distintos carriles, sin concretar una participación permanente; Mónica Morales, Alberto Troisi (hijo de Colito) y los doctores Mario Calvi y Juan Stanchina.
En 1998, a 10 años del fallecimiento de Nicolás “Colito” Troisi, se descubrió en su casa, lugar elegido por su hijo, una placa en recuerdo de quien se definió como el: “historiador del sentimiento devotense”.
Al tiempo que las investigaciones iban mostrando como errores, muchos de los clásicos conocimientos repetidos del pasado barrial, un tema resultaba recurrente: la fecha de nacimiento del barrio. Era totalmente imposible que éste fuera el 12 de noviembre de 1888. Por tal motivo en noviembre de 1994, se publicaba para señalar la divergencia, la revista Aniversario, que rescataba la fecha “como de festejos e integración de la población de la patria chica, pero no como de fundación”. Esta revista volvió a publicarse en forma sistemática durante 1997 con cuatro números, discontinuándose hasta diciembre de 1998 en que salió la última de esta primera serie. Todas en formato de 15,7 cm. x 20,7 cm., la última en colores.
La falta de pago de la publicidad de la contratapa frustró por el lado económico un buen intento, que chocaba además con la falta del tiempo material que exigían sus apariciones.
La publicación de un trabajo de vendedores ambulantes de Villa Devoto del señor Oscar Furlaneto agregó nuevo material al poco prolífico stock impreso. Charlas en colegios para alumnos primarios y secundarios, en la biblioteca Antonio Devoto, en el Instituto Hall, en el Villa Devoto School, donde además se efectuó una muestra museológica referida al proceso evolutivo del barrio permitían trasmitir los nuevos conceptos que iban naciendo referidos a su historia, pero que no siempre alcanzaban altos niveles de audiencia.
Seguían perdurando con fuerza las clásicas mitologías utilizadas por periodistas y guías de turismo. Se participó activamente en las Jornadas XII y XIII del Hospital Zubizarreta. En la primera, el director del nosocomio los comisionó a la formación de una mesa redonda a la que estuvieron invitados el autor teatral, profesor Abel Santa Cruz, como viejo maestro del barrio; el profesor Félix Luna, quien envió una cinta gravada con el pedido de disculpas por no poder asistir ante un problema familiar de último momento que lo alejaba de Buenos Aires; el profesor Enrique Germán Herz autor de Villa Devoto un barrio de quietud patriarcal y anteriormente vecino; Carlos Sidoli, presidente de la J. E. H. de Caballito y descendiente de quien fuera primer administrador del Hospital Devoto. Representando a la Junta de Villa Devoto estaba su presidente Edgardo Tosi. El salón de actos de la Misericordia resultó pequeño frente a la gran concurrencia y sumamente interesantes los intercambios entre los panelistas. Lamentablemente en algún detalle se incursionó en un campo que ya la junta sabía equivocado. Nadie del público captó los errores. No había ya dudas para la Junta que el barrio había sido proyectado y lanzado por el Banco Inmobiliario comprador de la tierra a comienzos de 1889. Que aunque Antonio Devoto había sido su presidente no era el fundador del barrio y que sólo como homenaje se habían colocado su nombre al nuevo “pueblo”.
A la par de la mesa redonda se efectuó una exposición de fotos, documentos y cuadros de Villa Devoto, material inédito hasta ese momento y que luego de aquel día, desapareció misteriosamente. Durante 1997, Santiago J. Vallée, amigo de Jorge Vast, aportó una sonrisa a las reuniones a las que asistía como apócrifo miembro de la “Fundación de Estudios Históricos de Colegiales y Suburbios.
Sociedad Cultural de auto aplauso, sin fines de lucro y personería jodírica”. Vallée dibujó un personaje “seudo histórico” el “gefe de estación conde Günter Oton Penderewski” hilarante historia que engalanó las páginas de la revista y motivó que en un primer Congreso de Historia, en 1999, que no llegó a realizarse por falta de experiencia y de postulantes, se incluyera el tema “Historias Apócrifas”.
En esos años, una visita guiada con uno de los micros de procedencia británica, traído hacía muy poco por Luís Spadafora, manejado por el mismo, permitió la realización de una primera y muy comentada visita guiada que recorrió extensamente el barrio, bajando en el Seminario y culminando su recorrido en el museo Saavedra al que se visitó acompañado por su director el profesor Alberto Piñiero.
Fueron momentos de un estrecho contacto institucional con el Seminario, que cumplía 100 años de la colocación de su piedra fundamental, siendo invitados especialmente al acto de recordación donde la presencia de altos dignatarios del clero, ex alumnos de la casa, dieron marco de color y autoridad a la ceremonia. A la par se publicaba un artículo referido al Seminario del padre Mario Aurelio Poli, director del Instituto Vocacional San José en el Nº 4 de Aniversario. Minuciosos recorridos de miembros de la junta por los sótanos de la institución permitieron ir rechazando la posible existencia de un mitológico túnel que de existir permitiría unir el lugar con el Asilo de San Vicente de Paul.
Se hicieron contactos con Daniel Schavelzon, no por el tema de los túneles sino ante la posibilidad de realizar estudios en la zona de Mosconi y San Martín sobre las proximidades de la pulpería de Cimaro, que permitieran desentrañar su existencia y su vida cotidiana. La falta de “sponsors” que solventaran los gastos, frustró las posibilidades.
Rústicas excavaciones realizadas posteriormente para la instalación de la estación de servicio que aun desactivada existe en ese lugar, controlados por la Junta, demostraron que no había nada en el sitio para descubrir.
Un minucioso trabajo de Carlos Micko orientó el interés en una primera cronología de los sucesos barriales, que fue acrecentando a través del tiempo, ofreciendo así mayor coherencia a la información de los sucesos. Acompañaba este trabajo con la recopilación de las placas conmemorativas distribuidas en distintos lugares de la villa. Aunque este trabajo no tuvo expresión en el papel hasta ahora, sirvió para el comentario en muchas de las reuniones de la Junta y aportó un conocimiento, que aunque tallado en bronce, no era fácil de ubicar, conocer y recordar.
Durante 1997, la Junta Central de Estudios Históricos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires obtenía su personería jurídica, asociando por adhesión a todas las juntas barriales que desde ese momento se constituían como nuevas Juntas de Estudios Históricos. La de Villa Devoto consideró por resolución unánime ser continuadora absoluta de la anterior. En esos días, la Junta Central recibía un stand, año a año, en la Feria del Libro que usufructuaban todas las juntas y posibilitaban la oportunidad de venta de algún material. Habitualmente se entregó allí un tríptico en el que se resumía la historia del barrio, poco conocida por la mayoría de la gente.
Entre septiembre y noviembre de 1998 como “festejo” de un año más de existencia del barrio se realizó un ciclo de seis conferencias. Comenzaron el 3 de septiembre con la intervención de
Carlos Micko con Estudiantes 100 años que se efectuó en la sede recién estrenada de ese club. El 24 de septiembre Jorge César disertaba sobre: “El Comic en la Argentina”; el 15 de octubre, la señora Susana Boragno lo hacía con La “Historia de la Avenida General Paz” y el mismo 12, Alberto Gawronski rememoraba los cafés de Buenos Aires. El 5 de noviembre y el 3 de diciembre Edgardo Tosi hablaba sobre “Cuando Villa Devoto cumplió 50 años” e “Inmigración italiana” respectivamente. Todos estos últimos efectuados en Pedro Morán 3782 frente a la placita Fazio. De aquel ciclo de charlas que lograron mucho interés del público, nacieron dos libros: Club Atlético Estudiantes, mas de un siglo de Vida y Milagros de mucho mayor elaboración posterior de Carlos Micko y Horacio Cilmi y Villa Devoto 1938, que sólo fue una ampliación de la charla de Edgardo Tosi.
La presencia de Susana Boragno con esa disertación que resultó por demás interesante, cuando no era aun miembro de la Junta, se debió a que el profesor Eduardo Gil, miembro desde el año anterior y vicepresidente de la misma, encargado de realizar otra ese día, debió excusarse por complicaciones en su actividad laboral.
Esas charlas estrenaban el local de Pedro Morán 3782, que cedido gratuitamente por su propietaria permitió que por algún tiempo se manejaran mayores posibilidades. La última reunión en el Gimnasia y Esgrima de Villa Devoto fue el 12 de marzo de 1998 en donde se agradeció a la Sra. Rosa su atención y sus comidas, sobre todo las sabrosas brótolas, unidas a la paciencia que había tenido en esos años de soportar aquellas largas sobremesas hasta la una y pico de la mañana.
En aquel restaurante del club, los jueves se reunían los “Amigos de la Comisaría 45”. En cierta oportunidad, estos adelantaron la misma al miércoles, sin aviso, día en que lo hacía la Junta. Sorprendidos éstos con esa reunión en marcha, les avisan del desagrado que esto les producía y que se obligaban a suspender su reunión por no aceptar compartir el local con Leopoldo Fortunato Galtieri, miembro de la Asociación.
En 1999 al ser nombrado rector del Colegio Episcopal, renunciaba por falta de tiempo Eduardo Gil a la vicepresidencia. Para agosto ingresaba como vocal el señor Julio Bonsegnor. Empresario de la construcción, fue recomendado por la Junta para participar el la licitación por la refacción del ex-colegio Antonio Devoto. La Cooperadora había convocado a las instituciones del barrio, buscado ayuda ante el desastroso estado del edificio, a la que sólo asistió la Junta. Al serle adjudicados los trabajos a Bonsegnor, muchos materiales considerados desecho: techos, baños y pisos de la antigua casa de don Antonio fueron recuperados y forman parte del patrimonio de la Junta.
En escasas oportunidades se logró integración con las juntas de barrios vecinos. Se efectuaron grupos de charlas en Villa Pueyrredón. Una de ellas se tituló “Cuando Villa Pueyrredón era Villa Devoto” y fue Edgardo Tosi el orador. Otra, “Noventa años de la Asociación Vecinal Devoto Norte” donde Norberto Malaguti trasladaba el foco a la zona nexo de ambos barrios. A cargo de Azucena Contino quedó “Orígenes de Villa Pueyrredón”. En el caso de Villa Real mucho mayor fue el contacto ya que varios miembros de aquella participaron en los primeros pasos de ésta, presidida por Carlos Micko. Habiendo pasando primero por Villa Real antes de llegar a Villa Devoto: Horacio Callegari, Susana Boragno y Susana Costa.
Durante algún tiempo, los domingos, se realizaron reuniones abiertas en el café de García, cuando aun éste no era conocido como “Café Notable”, aunque ya lo fuera. Se discutían allí problemas históricos y chismorreos del barrio. La revista Aniversario reflejó en “Charlas de Café”, detalles de aquellas reuniones. Por propuesta de Carlos Micko, que hubiera deseado se hiciera lo mismo en otros muchos locales del barrio, se colocó en la entrada del café una placa con el escudo enlosado de la Junta que realizara Luís Spadafora.
Aquel escudo que había tomando como base el del barrio, obra de Mateo del Valle, fue diseñado por Bernardo Tosi bajo las directivas que partían del Dr. Francisco Núñez y se contraponían con las opiniones del ingeniero Tosi.
En la reunión del 10 de noviembre de 1999 se realizaron elecciones bajo el nuevo estatuto en las cuales el primer y único presidente hasta ese momento, se pensó no debía ser reelegido. Luego de una primera votación que resultó empatada se pasó a un cuarto intermedio de una semana en que al reiterarse la elección entre los dos más votados obtenía el Dr. Francisco Núñez una mayoría casi absoluta.
Desde el 2000 comenzaba un ciclo de renovación con renuncias e incorporaciones. En los primeros días de junio, cuando ya era efectiva la presidencia de Francisco Núñez, participaban de la Junta: Carlos Micko, Horacio Callegari, Edgardo Tosi, Jorge César, Alberto Gawronski, Julio Bonsegnor, Mariana Marcelló, Luís Spadafora y Jorge Vast Salanouve, incorporándose en ese momento Norberto Malaguti, quien lo hacía ofreciendo sus experiencias en el extremo norte del barrio.
Ese mismo día, pero desde otra perspectiva asistía a esa reunión el Arq. Roberto Larreguy quien venía a imponer a la junta de los avances de la “Asociación Devoto Jardín de Buenos Aires”, por la concreción del paseo paralelo a las vías, desde Chivilcoy a la estación, que luego de concretado se llamó “de los Encuentros”. Recibió ese día apoyo moral de la Junta, tal vez en la primera decisión de defensa patrimonial explícita. En ese paseo, que sigue al cuidando de aquella Asociación de la mano del Arq. Luís Dolcetti, en el 2010 estos, junto a la J.E.H.V.D. lograron salvar, mediante cambios mínimos y coherentes, en una obra encarada desaprensivamente por Aysa, dos de sus eucaliptos, mas que centenarios.
En otra nueva experiencia fallida, la junta lanzó en el 2001 un primer taller de historia devotense que no logró atraer la atención de vecinos ni foráneos. Sin duda la crisis económica que sobrevolaba el país repercutía a todos los niveles resintiendo las actividades totales de la Junta. Fue recién en el 2004 que el taller logró hacer pie. Una nueva propuesta bajo la supervisión de Edgardo Tosi, buscando mostrar, elaborar y discutir, los conocimientos del pasado barrial que se habían logrado en más de doce años de trabajos, pudo reunir doce inscriptos. Estos talleres, que se convirtieron en balcón y fragua de los trabajos de la Junta, continuaron desarrollándose desde ese momento todos los años entre los meses de mayo y noviembre, salvo en el 2010 en que el campeonato mundial de fútbol resultó una traba impensada a su realización.
Aquel primer taller, en su reunión inicial, se realizó en la Asociación de Fomento de Devoto Oeste, Bermúdez 3351, donde se efectuaban las de la Junta desde el 16 de octubre de 2003, pero continuándose en la esquina de Cabezón y Fagnano, propiedad cedida por quien ya en ese momento era el secretario de la misma, el señor Norberto Malaguti.
Las reuniones de Junta en la Asociación se realizaron en un comienzo los 1º y 3º jueves de cada mes hasta junio del 2003 en que se pasó a una sola reunión mensual los primeros martes. Luego de ese lapso de incrementos y renuncias se llegaba bajo la presidencia de Francisco Núñez y la secretaría de Norberto Malaguti a contar con Horacio Callegari, Carlos Micko, Alberto Gawronski, Nélida Pareja, Juan Carlos Islas, Susana Boragno, Mabel Pariani, Marta Dimasi y Susana Costa, las tres últimas ingresadas el 30 de octubre de aquel 2003.
La presencia del señor Juan Carlos Islas, miembro de la Comisión de Cultura del Colegio F.A.S.T.A., establecido en lo que había sido el Asilo San Vicente de Paul, permitió acrecentar un acercamiento con esa escuela, que se había iniciado con una charla para alumnos del primario. Por este nuevo contacto se realizó una exposición sobre los primeros pasos del barrio, en el primer acto que efectuara aquella comisión cultural. Allí Edgardo Tosi, ilustró el tema con transparencias, efectuándose simultáneamente una muestra fotográfica con material facilitado por Carlos Micko. Posteriormente, en el mismo lugar, octubre de 2005, se ofreció la posibilidad de investigar una documentación, inesperadamente encontrada por la dirección de la escuela, que remontaba a los primeros años del establecimiento, pero que quedó frustrado no bien comenzado. A la par volvió a fogonearse la fantasía sobre aquel posible túnel que visto desde el Seminario se había considerado como imposible.
Fantasía que finalmente frustró el arquitecto Schavelzon mostrando la realidad de un reservorio de agua, que habiendo funcionando en el primitivo asilo, había terminado como depósito en el nuevo colegio.
En 2004, Horacio Callegari informaba a la Junta que había rescatado un cuadro de Antonio Devoto del desaparecido Banco de Italia y Río de la Plata. Ésta propuso que fuera colocado en la cripta de San Antonio, pero en definitiva fue entregado a la Asociación de Fomento de Villa Devoto.
La emisión de una credencial identificatoria de miembro de la Junta, hecho que fue siempre difícil de llevar a cabo, se realizó en forma general ese año y facilitó a los miembros que la recibieron presentarla en archivos y bibliotecas. Otro trámite administrativo que la ubicaba en el mundo fue disponer de una casilla de correo electrónico, que para noviembre se amplió, motorizada por Susana Costa, en un espacio web, que ella tuvo la tarea de poner en marcha. Hoy se maneja una red de simpatizantes que acrecientan la inserción histórica en la comunidad.
Otro hecho que denotaba el espíritu de cambio en la actividad de la Junta fue la idea, a fines del 2003 de volver a publicar la revista. Al año siguiente ingresaba la señora Norma Estupiñán, de corta presencia en la Junta, pero que gracias a la cual y a la colaboración de su hija, se diseñó el primer número de esta nueva serie. Adoptado el formato de 20 x 28 cm. y papel ilustración adquirió un aspecto distinguido. Aun cuando el primer número no resultó lo brillante que se esperaba, fue un paso tremendamente positivo para disponer de un elemento técnico (con una tirada de dos mil ejemplares) que permitió mostrar material sobre la historia del barrio, que generalmente resultó de primer nivel.
Desde el 16 de septiembre de 2004 la Junta mudó sus reuniones a Cabezón 3459 casa del secretario Norberto Malaguti, donde actualmente aun se reúne la comisión directiva de la misma.
Durante 2004 la Sra. Chiche Morando de Gritta donó la colección completa de la revista Objetivos del que su fallecido esposo, Roberto Gritta, había sido director propietario. En forma semejante Alberto Troisi lo había hecho con la colección de La Razón de Villa Devoto que había pertenecido a su padre.
En ese año, dos miembros de la Junta recibieron distinciones: Nélida Pareja fue destacada por “mérito a su labor” por la Junta Central y Susana Boragno recibía por su trabajo sobre el arroyo Cildáñez el primer premio de la Comisión de Patrimonio de la Ciudad de Buenos Aires. Al año siguiente, esta última, recibió también aquella distinción al mérito por la labor anual.
Hemos visto que periódicamente se efectuaban muestras fotográficas en forma modesta y rudimentaria acompañando otros eventos. En forma autónoma, lográndose preciosismo en el material expuesto, se realizó la primera el 24 de abril de 2009 en el colegio secundario Antonio Devoto al que con grata sorpresa asistieron casi un millar de personas en un sólo día. Acicatiados por el resultado se repitió en el Villa Devoto School, en el Luís Pasteur y en la escuela Delfín Gallo, siempre con una asistencia multitudinaria.
Las visitas guiadas realizadas en la villa fueron siempre motivos de alerta en la Junta. Su número fue creciendo al tiempo que profesionales del tema aprovechaban el gancho del un barrio vistoso y no tradicional en las redes turísticas, del cual, para desgracia de quienes eran guiados, poco o nada conocían. Este problema planteó a la Junta la necesidad de realizarlas periódicamente para desintoxicar el ambiente. Controlar ese tema siempre fue difícil. Ya cuando el gobierno de la Ciudad era comandado por el Dr. Fernando de la Rúa, se programó un relanzamiento de las visitas oficiales, que habían sido suspendidas por motivos presupuestarios, para las cuales la Junta instruyó a los nuevos guías que las llevarían a cabo en el barrio. A pesar de ello éstos siguieron contando “a los incautos”, entre otras muchas “gansadas”, que la piedra fundamental de la iglesia de San Antonio se había colocado en 1884. Concomitante con este tema, surgió en el 2003 la desagradable comprobación que los folletos publicados por el gobierno de la ciudad, para los cuales la Junta había aportado información, contenían datos que contradecían los ofrecidos por ella.
Se tomó contacto durante 2005 con el hoy Dr. Ignacio Cocca quien proponía el cambio del nombre de Fernández de Enciso en la cuadra entre Nueva York y Asunción que la Junta no avaló, pero trabó una interrelación con el Dr. Cocca que resultó siempre provechosa y permitió a la Junta aprovechar sus conocimientos del ámbito parlamentario y legal para lograr apoyo para distintos temas trascendentes. La protección estructural de la vivienda del Dr. Francisco Beiró, fue una de ellas, aun cuando se truncó la posibilidad de su expropiación ante la fría oposición del oficialismo que impidió su aprobación en la Comisión de Finanzas de la Legislatura, cuando ya había sido aprobada con sólo un voto en contra en la Comisión de Cultura.
Esos recorridos dentro de los vericuetos de los ambientes gubernamentales, habían comenzado algún tiempo antes, cuando debió lucharse contra una ley que quiso sacralizar un error histórico como era la fecha de nacimiento del barrio, motivo de grandes desvelos hasta ese momento.
Frente al deseo de los entes oficiales para que se fijara una fecha de nacimiento a los barrios de Buenos Aires, aumentó el deseo de concientización barrial sobre ese tema comenzándose un programa de charlas que se iniciaban con las tres Asociaciones de Fomento, pero que sólo se llevó a cabo en la de Devoto Norte (en el mismo día que otra disertación de Norberto Malaguti recordaba el centenario de la primera venta de tierras en esa zona del barrio). El Rotary Club de Villa Devoto
recibió también la palabra de la Junta. Devoto Magazine facilitó con su llegada al barrio ampliar el campo de la prédica. El 4 de diciembre en el Devoto por Devoto (fiesta barrial) realizado frente a la estación que congregó por largas horas a una nutrida concurrencia de vecinos se escuchó al presidente Francisco Núñez aclarar que el atraso de este acto respecto al 12 de noviembre permitía al barrio acercarse a la fecha real del nacimiento que se había producido en 1889 y no en 1888 como equivocadamente se había aceptado en 1988 y aun se mantenía en la publicidad oficial.
No se tenía ciertamente la fecha exacta dado el extravío de la documentación que fijaba la aprobación de la urbanización por los entes oficiales, pero se sabía que la tierra no había sido comprada sino hasta febrero de ese año 89. El oportunismo político hizo que un legislador porteño, sin consultar a nadie, presentara un proyecto de ley, de redacción pueril, donde fijaba con endeble motivo el 12 de noviembre como fecha de nacimiento del barrio, incurriendo en un cúmulo de afirmaciones que, en su inexactitud, tocaban el ridículo. De la aprobación de esa ley, la 1784, que lo había sido por unanimidad por la Legislatura, fue advertida a la Junta por el Instituto Histórico. Estos lo hicieron al pedir la opinión a esta junta barrial, ya que ellos eran opuestos a la fecha, ya que, para sorpresa de los de Devoto, contaban con una copia del decreto del 13 de abril de 1889, aprobando la urbanización, documento que la Junta había dado siempre por perdido. Se iniciaba desde ese momento una lucha titánica, que comenzó buscando contacto con el legislador proponente, quien no respondió. Pero sí, su compañero de bancada y jefe del partido el Dr. Norberto Laporta quien convencido de la verdad de los argumentos se transformó en su más firme apoyatura. Se enviaron copias de la documentación a decenas de instituciones y personalidades influyentes del barrio y de la ciudad. Pero el tiempo pasaba y el tema no avanzaba. Un llamado telefónico desde el centro administrativo barrial sin ningún fundamento histórico que lo avalara era responsable del atascamiento. Un tenso enfrentamiento verbal en la legislatura que pareció iba a terminar a golpe de puños, gracias a la licenciada Leticia Maronese, que medió en el tema, las cosas volvieron a su justo lugar. El expediente salió desde ese momento del cajón que lo ocultaba.
La ley no podría ser derogada, sino que debía cambiarse el texto. Entre quienes recibieron el material estaba el profesor Ricardo “Dicky” Clare, quien había presidido la Comisión Vecinal de Festejos de 1988 y a quien se suponía reacio a reconocer el error en que ésta había incurrido, pero como demostración de su hidalguía, terminó aceptando frente al presidente la incuestionable verdad de la documentación presentada. El 11 de septiembre de 2006 la Comisión de Cultura de la Legislatura apoyaba la modificación de la Ley y el 19 de octubre se votaba favorablemente en el cuerpo, el cambio de la fecha. Frente a la oposición del legislador Santiago de Estrada se consideró la necesidad de llamar a audiencia pública para el 15 de noviembre de 2006. Finalmente, ello sucederá el 21 de marzo de 2007. Ese día un comité de legisladores presididos por el “Chango” Farías Gómez recibió las opiniones contundentes del Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires, de la Junta Central de Estudios Históricos de Ciudad Autónoma de Buenos Aires, del presidente de la Junta de Estudios Históricos de Villa Devoto y de algunos vecinos, quienes coincidieron en lo desafortunado de la fecha propuesta inicialmente y lo acertado de la que ahora se consideraba. El 2 de mayo de 2007 era nombrado Ricardo “Dicky” Clare, miembro honorario de la Junta. La muerte del legislador Laporta privó de agradecer su favorable participación. Finalmente, el 28 de junio de 2007 la legislatura porteña sancionaba la Ley 2349 que era promulgada por Decreto 1005/07 del 19 de julio y publicada en el Boletín Oficial Nº 2732 del 25 de julio de 2007 que dice: “Modifíquese el artículo 1º de la Ley 1784, el que deberá quedar redactado de la siguiente manera: Instituyese el día 13 de abril de cada año como Día de Villa Devoto en conmemoración de la fecha en que en 1889 se aprobó el trazado del barrio”. Frente a la fecha verdadera, el nombre “Aniversario” de la revista dejaba de tener aquel sentido simbólico y durante el 2007 se decide cambiar su nombre por el de “Devoto Historia”. Daniel Fabricio, librero de Nic Nac, quien en sus dos últimos números “ad honorem” había realizado su diseño, dejaba de hacerlo, quedando desde allí el mismo en manos directas de la Junta.
Desde la finalización del primer taller se hizo tradición la realización de una visita guiada que se efectuaba con algunos días de diferencia con la que se ofrecía a nombre de la Dirección de Patrimonio de la Ciudad.
Los talleres desde el 2005 contaron con la colaboración del C.G. P. Nº 10 que facilitó el local del Registro Civil, alcanzándose entonces una inscripción de 21 personas. Número que fue incrementándose hasta que las comodidades del salón casamentero resultaron escasas y debió trasladárselo en el 2011 a la Biblioteca Antonio Devoto. Desde ese momento la inscripción supera los cincuenta participantes.
Luego de la buena experiencia del “Devoto x Devoto”, realizado frente a la estación, se les solicitó continuar la participación con stands en diferentes eventos, tanto en la Plaza Ricchieri como en la Aristóbulo del Valle. En el 2008 no volvió a realizarse el festejo para el día del barrio, salvo una reunión de banderas escolares en la plaza para el 2011. La Junta comienza a hacerlo por cuenta propia pero sin poder disponer de posibilidades para un acto popular y masivo. En el 123 aniversario, realizó en el Villa Devoto School una exposición de arte, cuadros y esculturas, música con un conjunto de guitarras, recitado de poesías y presentación de un libro. Cien personas asistieron a aquel evento.
El Comité Directivo de Junta Central contabilizaba desde el 2005 a miembros de la Junta: Horacio Callegari, Nélida Pareja, Susana Boragno y desde el 2011 a Norberto Malaguti. Desde el afianzamiento de los talleres comenzó a verse la conveniencia que el ingreso de nuevos miembros a la Junta se originara en ellos y es así como en marzo del 2006 se incorporan tres surgidos del año anterior: el matrimonio Simón, Alicia y Miguel y el señor Roberto González. Agregándose para agosto la señora Lorena García que había participado ese año del mismo. Un primer contacto con la congregación anglicana de la villa ofreciéndoles la ejecución de talleres sobre los orígenes británicos en el barrio que nunca llegaron a concretarse, sirvieron para atar una relación muy cordial con el grupo que permitió compartir experiencias en los últimos años, como fue adherirse a la conmemorar del centenario de la colocación de la piedra fundamental de la capilla con el descubrimiento de una placa alusiva y que culminarán en este mes de septiembre con el festejo del centenario de la consagración del templo.
A mediados del 2007 se verificaba que al tiempo que algunos de los antiguos miembros habían dejado de asistir a las reuniones, el número creciente de otros nuevos más comprometidos, daba posibilidades de asignar cargos fijos. La presidencia continuaba en manos de Francisco Núñez actuando siempre de vicepresidente Edgardo Tosi. Como secretario permanecía Norberto Malaguti y como prosecretaria Susana Costa. La tesorería estaba bajo las ordenes de Alberto Gawronski, siendo protesorero Carlos Micko. Se nombraba por primera vez una secretaria de actas, la señora Alicia Simón quedando como vocales Horacio Callegari, Susana Boragno, Nélida Pareja, Roberto González, Miguel Simón y Lorena García. Se decidía además hacer dos reuniones mensuales.
Se enviaban dos nota a la Dirección de Patrimonio de la Ciudad de Buenos Aires, una entrada con expediente 5917/07 sobre protección de la casa de Francisco Beiró y otra de expediente 5918/07 que solicitaba la posibilidad de traslado de la tradicional calesita de Nueva York a terrenos de la plaza Arenales. La primera salía con copia a la dirección de Patrimonio de la Nación y al Comité Nacional de la Unión Cívica Radical, solicitando fuera designada de interés patrimonial o monumento histórico la casa de Marcos Paz y Cantilo que guardaba valores históricos y sentimentales para el barrio. La Junta y sus miembros en particular habían mostrado interés, como era lógico, por esa propiedad en más de una oportunidad. La preocupación por la preservación del patrimonio que día a día se hacía más palpable en la ciudad llevó a concretar la inquietud. Desde un comienzo fueron apoyados y asesorados por Ignacio Cocca.
La nota que ingresaba a patrimonio el 13 de agosto recibía el interés de la licenciada Leticia Maronese obteniendo el día 14 una aprobación casi inmediata. Por otro lado aprovechando el interés que mostraba la legisladora Teresa de Anchorena sobre el tema patrimonial hizo que se llegara a ella para que impulsara el Proyecto de Ley. En estos vericuetos se supo de la existencia de un proyecto anterior que pedía su catalogación como bien preservado y protegido según Exp. Nº 571-D-2000 del diputado Jorge Srur al que se agregó el Exp. 5971-DGTAL/MC de protección estructural según lo disponía la sección Nº 10 del Código de Planeamiento Urbano. Gestiones del Dr. Ignacio Cocca llevaron a contactar y a comprometer a funcionarios que ayudaron a la causa. La ley fue aprobada el 6 de marzo del 2008. En ese lapso la propiedad que estaba en manos de dos herederas del Dr. Francisco Beiró había sido enajenada por ellas,
quienes se encontraban atadas a la venta por un antiguo compromiso. El contacto con ambas, unido a la participación del Dr. Francisco Beiró (n), permitió no olvidar otros aspectos de la casa y la vida del hombre público devotense. Respecto a la casa, fue fotografiada profúsamente su interior (que hoy creemos destrozado), rescatada parte de su biblioteca y placas de bronce que lo recordaban.
Se propiciaron estudios de su vida, uno de cuyos trabajos fue presentado en el 1º Congreso de Historia que coincidió con los 80 años de su muerte. Se participó en la Recoleta en el acto de reubicación de sus restos al Panteón de víctimas de la Revolución del Parque. Se impulsó, infructuosamente, siempre con el apoyo y asesoramiento del Dr. Ignacio Cocca, el perdido de expropiación tratando de impedir que dada la agresividad de su abandono y falta de conservación hicieran necesaria su demolición.
Antes que se cumplieran los 15 años de nacimiento de la Junta se realizaban elecciones que llevaron a la siguiente constitución: presidente Edgardo Tosi, vicepresidente Susana Costa, secretario Norberto Malaguti, prosecretario Francisco Núñez, Tesorero Miguel Simón, protesorero Roberto González, secretaria de actas Alicia Rapagnini, vocales Carlos Micko, Alberto Gawronski, Susana Boragno, Horacio Callegari, Nélida Pareja, Lorena García. Miembros honorarios Dr. Rafael Longo, Enrique G. Herz y J. Vast Salanouve, Ricardo Clare. Todos los cuales fallecerán en años sucesivos. Hoy el único miembro honorario de la Junta es el socio fundador Carlos Micko.
Hoy la reuniones de junta se producen el primer sábado de cada mes. Los miembros entre comisión directiva, miembros de número y adherentes suman veintinueve. Para ingresar a ella se exige haber participado por lo menos una vez en el Taller de Historia.
No se obliga la investigación como nunca sucedió a través de los veinte años de vida de la institución. Una buena parte de sus miembros lo hace, mientras el resto aportan información y contactos para que otros lo hagan.
En los últimos años se busca hacer de la protección del patrimonio un fin en si mismo. Como sucedió cuando se encabezó el descontento del vecindario cuando entes oficiales quisieron destrozar las clásicas plazoletas frente de la estación del F. C. San Martín y se participó activamente en la ley que propiciada inicialmente por la legisladora Teresa de Anchorena amplía la zona de protección histórica que aun no ha tenido tratamiento legislativo. Se han concretado dos Congresos de Historia Barrial cuya organización se debe básicamente a quien preside hoy la Junta y se organiza un tercero para el mes de octubre. La formación de sus miembros se nutre de la misma actividad de la Junta, la que funciona desde hace varios años como una especie de cooperativa que “elabora” mediante la búsqueda de la verdad, en forma inteligente, la historia barrial. El material bibliografico y electrónico que ofrece hoy la Junta ha llegado a ser sumamente importante.